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"8 de Octubre" cuando nacen las derrotas, de nuestras vergüenzas y de nuestras miserias

Un hecho lamentable no permitió que este artículo sea publicado en su oportunidad, tampoco podía quedarse en el tintero. Pero ahí va…

La guerra contra los chilenos la perdimos, por la cobardía sin fin y la felonía de Mariano Ignacio Prado y de Nicolás de Piérola, el califa, el eterno complotador. Grau, nace y se nutre como héroe no de hechos victoriosos, sino de vergonzosas derrotas.
La guerra contra los chilenos la perdimos, por la cobardía sin fin y la felonía de Mariano Ignacio Prado y de Nicolás de Piérola, el califa, el eterno complotador. Grau, nace y se nutre como héroe no de hechos victoriosos, sino de vergonzosas derrotas.

 

Por: Esteban Saldaña Gutiérrez

Ingeniero Industrial


No se necesita ser un gran estudioso o un historiador, para saber lo que sucede alrededor nuestro. Basta con acceder a otras informaciones, otros textos, tomar un poco de atención y el telón de la verdad se abrirá, mostrando, para sorpresa nuestra, la verdad  de los hechos, muy lejos de la versión oficial, aquella que leemos en los  textos escolares.

La malhadada  guerra del pacifico no debe llamarse como tal, debiera llamarse la guerra del guano y el salitre y es que tras ese conflicto se encontraba otras potencias, como la inglesa, que armó y financió esa guerra, con el propósito de romper el monopolio existente entre el Perú y Francia.

Esa guerra también sirvió para mostrar la cobardía y felonía de nuestros gobernantes de siempre, exponer nuestras miserias y esa rancia mezcla dio nacimiento a la mayor cantidad de “héroes” de nuestra patria.
 

 

 

 

 

                      Grau mostró su generosidad, pero rescatando a los tripulantes enemigos, para que posteriormente esos mismos enemigos actúen con total ferocidad contra nuestros soldados caídos.                     

 

 

 


Miguel Grau Seminario, nace y se nutre como héroe no de hechos victoriosos, sino de vergonzosas derrotas. El gran combate de Iquique, donde se hundió uno de los buques insignias de Chile, no se recuerda en nuestra patria. En ese combate, Grau mostro su generosidad, rescatando a  los tripulantes enemigos, para que posteriormente esos mismos enemigos actúen con total ferocidad contra nuestros soldados caídos, volviendo dos o tres veces al campo de batalla para asegurarse  estén “bien muertos”, luego arrasarlos y repasarlos, delante de sus mujeres e hijos.

Miguel Grau Seminario nace como héroe después de la derrota del combate de Angamos, donde se perdió el  Huáscar, aquel gran monitor que defendió  nuestro litoral no permitiendo el avance de los chilenos. Perdido el Huáscar toda nuestra defensa se desmoronó y quedamos a merced de nuestros enemigos.

Pero la guerra la perdimos, fundamentalmente, por la cobardía sin fin y la felonía del entonces presidente de la república General Mariano Ignacio Prado, quien luego de abandonar el sur,  a raíz de las derrotas, se dirigió a Lima y desde allí fugó, bajo el manido pretexto de comprar armamento y buques. Este sujeto debió ser sometido a una corte marcial, juzgado por alta traición y luego fusilado.

Pero no, la clase política, aquella que hasta ahora sobrevive y es la encargada de escribir  la historia oficial, trastocó los hechos y solo habla de abandono. Regresó impune al Perú, jamás fue juzgado y tuvo la osadía de crear el denominado  imperio prado.

Luego de la alta traición de Prado, otro cobarde subió al poder. Nicolás de Piérola, el califa, el eterno complotador. Se hizo nombrar jefe supremo del Perú y su completa falta de experiencia y soberbia permitió que los chilenos ingresaran a Lima, luego del desastre de  San Juan y Miraflores. Con los chilenos encima, este otro traidor fugo de Lima y se escondió en las serranías de Ayacucho. Jamás fue juzgado y murió impune.

 

 

 

 

                   Los chilenos se hicieron dueños del Perú. Invadieron y se asentaron en Lima, cometiendo todo tipo de tropelías, saqueando comercios y abusando de nuestros ancianos, mujeres y niños.                    

 

 

 

 


Allí nació la egregia  figura de don Andrés Avelino Cáceres, que desde la sierra central pretendió expulsar a los chilenos. No pudo lograrlo, no por los chilenos, sino por la propia clase política, que antepuso sus intereses económicos a los intereses de la patria, confabulándose con los enemigos para derrotar a Cáceres.

Es allí es donde aparece el fantoche, el títere, el general Miguel Iglesias, nombrado presidente del Perú  por los chilenos. Este otro traidor fue el que luchó contra Cáceres, para después entregar Tacna y Arica a los chilenos. Este felón tampoco fue juzgado, menos condenado, contrariamente su congénere, Alan García, el ali baba,  otro de los grandes ladrones de nuestra patria,   el 2011  le dio el estatus de héroe de nuestra patria a este zaino, a este espantapájaros.

Nuestros héroes no nacen de la dignidad, de la victoria, nacen de las derrotas, de nuestras vergüenzas y de nuestras miserias.

 

NB: Los artículos publicados en esta Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de su autor. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

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