En OPINIÓN LIBRE |

BLOG BUSCANDO AMÉRICA: Plaguicidas y alimentos, preguntas y respuestas

La inocuidad de los alimentos se encuentra en el centro de los debates mundiales. La biotecnología, los plaguicidas, los aditivos alimentarios y los contaminantes deben ser regidos por normas.

Es mucho lo que se ha puesto en juego para proteger la salud de los consumidores y asegurar la adopción de prácticas leales en el comercio alimentario.
Es mucho lo que se ha puesto en juego para proteger la salud de los consumidores y asegurar la adopción de prácticas leales en el comercio alimentario.

 

Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho


El comercio internacional de alimentos existe desde hace miles de años pero, hasta no hace mucho, los alimentos se producían, vendían y consumían en el ámbito local. Durante el último siglo, la cantidad de alimentos comercializados a nivel internacional ha crecido exponencialmente y, hoy en día, una cantidad y variedad de alimentos antes nunca imaginada circula por todo el planeta.



Los riesgos de los plaguicidas para el ser humano, ha sido una preocupación permanente de la Organización Mundial de la Salud  (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que a manera de cuestionario, se resumen así:

¿Cuántos plaguicidas se conocen?

En el mundo se utilizan más de 1000 plaguicidas; en la agricultura, se emplean herbicidas, insecticidas, fungicidas, nematocidas y rodenticidas.

¿Con qué fin  se utilizan?

Para evitar que las plagas estropeen o destruyan los alimentos, así se protegen los cultivos de los insectos, malas hierbas,  hongos y otras plagas.

¿Porqué son importantes los plaguicidas para los alimentos?

Porque mantienen o aumentan el rendimiento de las cosechas.

¿Los plaguicidas son perjudiciales?

Sí, pueden ser tóxicos para el ser humano y causar efectos  sobre su salud.

¿Qué consecuencias tiene el contacto con plaguicidas?

En principio  una intoxicación aguda, y a largo plazo un cáncer y trastornos de la reproducción, entre otras secuelas.

¿Cuáles son los plaguicidas  más mortales?

El diclorodifeniltricloroetano (DDT) y el lindano, y los   más antiguos y baratos  porque pueden permanecer durante años en el suelo y el agua.

¿Está prohibido usarlos en agricultura?

En los países desarrollados sí; en países en desarrollo se continúan utilizando.

¿Quiénes son las personas más expuestas a sufrir daños por los efectos de los plaguicidas?

Las que entran en contacto con esas sustancias  por  su trabajo, por ejemplo los campesinos; y en casa quienes cuidan los  jardines. El plaguicida se adhiere al organismo por  exposición, ingestión, inhalación o  contacto directo con la piel.

¿Qué otras personas se pueden afectar por los plaguicidas?

Las que se encuentran en zonas próximas en el momento en que se propagan o poco después; y en general toda la población porque pueden estar presentes de forma residual en los alimentos y el agua que ingieren.

¿Qué recomendaciones se aconsejan?

Para los que manipulan plaguicidas en el sector rural,  no deben aplicar más cantidades  que las necesarias para proteger sus cultivos, y deberían protegerse adecuadamente con  guantes y máscaras. Además dar de baja o eliminar de inmediato los plaguicidas en desuso, especialmente si sus envases pierden o están deteriorados.  Para los consumidores en general, pelar o lavar las frutas y hortalizas.

¿Se seguirán utilizando los plaguididas?

Sí, porque  permiten evitar pérdidas importantes de las cosechas.

¿Es posible producir alimentos sin necesidad de plaguicidas.?

Sí.

¿Existe alguna guía sobre plaguicidas?

Existe el Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas.

Entre las diez sustancias químicas que constituyen una preocupación para la salud pública, están los plaguicidas altamente peligrosos, que además  plantean riesgos específicos para los niños, indica la OMS.

@luforero4

RELACIONADAS

SUSCRÍBASE AL BOLETÍN DE HUACHOS.COM

Recibe las últimas noticias del día

Su Nombre Completo
Correo Electrónico


TE PUEDE INTERESAR
Escribe tu comentario