Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en Saluderecho

Repartiendo puerta a puerta  la lista de  tareas por desarrollar en el Ministerio del Interior; el general en retiro, Vicente Romero Fernández, rememoró tiempos pasados pero no olvidados, en los que distribuía  propaganda en la campaña del expresidente Alberto Fujimori.

El nuevo Ministro, cuota fujimorista en el Gabinete de Reconciliación, tiene el encargo de hacer realidad uno de los cuatro objetivos macro  del Plan de Gobierno de Pedro Pablo Kuczyinski,  la  seguridad ciudadana.

Romero Fernández de la mano de Aráoz Fernández, conjuntamente  están luchando contra la inseguridad ciudadana, “limpiando nuestra Policía y rompiendo con la corrupción existente”. Romero dijo que la Policía Nacional del Perú (PNP),  continuará prestando “protección y ayuda a las personas y a la comunidad”, en el marco de su labor de  prevenir, investigar y combatir la delincuencia.

 

La criminalidad rampante continúa haciendo de las suyas, entre otras razones porque en el Perú la policía en su horario de trabajo se dedica a actividades que no serían de su cargo; y cuando están en descanso, los policiales se ganan la vida, por ejemplo ejerciendo actividades en favor de particulares. En este país se ha sostenido que la inseguridad ciudadana bajaría, aplicando una reingeniería a la PNP  y al Ministerio del Interior. En la PNP la respuesta más frecuente es “no hay” (no hay vehículos, no hay equipos, no hay tecnología, no hay personal, no hay dinero para remunerar bien a sus integrantes, etc.)

De acuerdo al observatorio ciudadano  Lima Cómo Vamos,  en la Encuesta 2017, en Lima Metropolitana y Callao  desde el 2010, los tres primeros problemas son los mismos; el primero, la delincuencia. Al añadir  este año en la medición  “la corrupción de los funcionarios o servidores públicos”, se ubicó en el tercer lugar.

Un expresidente peruano se despacha contra  el alto nivel de inseguridad e incremento de la delincuencia; empero no explica porqué no los aniquiló en sus mandatos. Otro dirigente nacional estima que la selección en la PNP no es tan severa como debiera ser; habría mucho colado que termina siendo de ambos equipos; preferentemente del de los malos. La gente teme salir de su casa y algunos creen que ninguno de los gobiernos de este siglo han hecho algo serio para brindar seguridad a la ciudadanía. Simplemente no existe  voluntad política, dicen.

El general en retiro tiene delante varias acciones por delante; empezando  por intensificar las operaciones de control y reducción de los cultivos ilegales de coca. Romero por ahora  aumentará el pie de fuerza de la Policía en todos los distritos; se unificaría  el trabajo que realiza la PNP, el Serenazgo y las juntas vecinas, que actualmente parece que cada uno lo hace por su lado; y  se llevaran a cabo asuntos tan elementales, que parece inexplicable que no se haya hecho; como  la construcción de más sedes para las Comisarías y la  integración de  las cámaras de vigilancia con la PNP. El principal propósito del general retirado, es que en adelante en todos los rincones  del país,   las calles estarán  libres de delincuencia.

El año pasado el presidente Kuczyinski, legalmente pudiéndolo hacer,  no ratificó por un año más a Vicente Romero en la  Dirección  de la PNP. Lo anterior  supuestamente por los líos judiciales en que estuvo comprometido un hijo de Romero, el capitán Vicente Enrique Romero Vilcarromero; implicado en una red de robo de combustible en el Vraem. En el Perú se cuestionó a Basombrío, el antecesor del general  Romero; por no haber retirado a Vicente Romero, no por los hechos anteriores; sino por los varios juicios de alimentos que cursan en su contra.

@luforero4