Generalmente los carnavales, costumbres llegada de los españoles y en la conquista se realizaban en el mes de febrero de cada año los días domingo, lunes y martes, antes de la Semana Santa, juegos que culminaban al día siguiente que  era el miércoles de Cenizas.

Ese día –miércoles- era el paseo de Ño Carnavalón fecha en que uno de los promotores de estos juegos -en cada barrio- daban lectura de su ´testamento´ donde dejaba su escasa pertenencia a los  vecinos.

Recuerdo que en uno de esos testamentos en los carnavales de Chincha Alta, ´Ño Carnavalón´, antes de ser llevado a Tambo de Mora para ser lanzado al mar, “dejó su herencia a los vecinos de la calle Santo Domingo y Chavín” y le correspondió al pequeño Laurito, un Código Civil, donde este activo vecino al recibirlo, prometió ser un estudioso de las leyes; el agraciado, era el hoy destacado abogado chinchano, Dr. Lauro Muñoz Garay.

A partir del miércoles ceniza y hasta el domingo siguiente por diversas  calles eran paseadas las reina de los carnavales promovidas estas actividades por importantes instituciones de la provincia de Chincha, donde destacaba el Club Internacional.

A partir de esa fecha la población católica, ya se aprestaban a participar en la Cuaresma y esperar la Semana Santa.

Fuente: Diario Verdad del Pueblo