Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

En primer lugar responsabilizamos al Poder Ejecutivo por el alarmante incremento del crimen organizado, donde a diario y a cada rato  se ven los robos y crímenes, sin respetar incluso a las fuerzas del orden.

El gobierno se encuentra atado e impotente desde un inicio al anunciar vilmente que la PNP venía cometiendo ejecuciones extrajudiciales, quitando así el respaldo a los miembros de la policía, quienes no pueden usar sus armas, pero sí los delincuentes tienen todo el derecho para matar cruelmente. Aquí en el Sur Chico, la prensa perversa y anodina se sumó a la campaña feroz contra la policía, acusándolo de cometer asesinatos extrajudiciales, mostrando incluso muertes.  

De esta forma los criminales y rateros contaron con la protección gubernamental y de la prensa basura, defensora  de los asesinos, para actuar impunemente contra el indefenso pueblo. Matar, matar y matar es la prédica de los asesinos. El gringo y la japonesa feliz de la vida.  

El Congreso de la República, al parecer aliado de los criminales y bandas organizadas, posiblemente influido por el Cardenal Cipriani,  dio una Ley para amparar a los delincuentes y excluir a los policías de su misión de cuidar el orden público.

 

La PNP frecuentemente es humillado cuando investiga. En todo sector existe la corrupción de modo que los fiscales son personajes, en su mayoría, parte de la banda de delincuentes. Ellos liberan a sus “patrocinados” limpiándoles desde el primer momento, dejando sin aire a los policías.

Nosotros hemos sido testigos de la actuación malévola de los fiscales, por eso hablamos con pruebas. A nivel nacional, ¿acaso no se han visto casos asombrosos donde los delincuentes, de alto vuelo, han sido liberados? ¿Cuándo los fiscales está preparados para llevar a efecto tareas de investigación policial?

Si la Policía Nacional del Perú está atada legalmente, es claro y contundente que el ciudadano peruano está íntegramente desprotegido. No puede usar sus armas porque le pueden acusar que ha disparado por gusto, con el respaldo de la prensa cloacal. Se ha llegado al extremo en ambos casos decir que los fiscales no han estado presente para presenciar el acto de los criminales: el robo y el crimen.

La PNP tiene armas de adorno, solamente dispara en casos extremos, arriesgando ser acusado, investigado y encarcelado, hasta perder su puesto de trabajo. Por eso es que los policías hacen sus trabajos cuidándose ser intervenidos por usar sus armas. En tanto los delincuentes pueden disparar como quieran, y todavía pueden matar a las fuerzas del orden. ¿En qué país estamos?  

El Congreso de la República es el padre de la ley que ampara a los ampones, que dio una ley  para que maten a diestra y siniestra al ciudadano peruano. Los delincuentes tienen el lujo, todavía, de amenazar a quienes hacen uso de sus armas. ¿Por qué la diferencia? Los moradores quienes poseen armas, son encarcelados  24 horas o más, después de hacer uso de sus armas, mientras que los delincuentes, burlándose después de matar y cometer sus fechorías, todavía tienen el lujo de tener buenos abogados, del diablo, para que les defiendan, incluso haciendo creer que les han sembrado drogas. Insólito. ¿Dónde está Cipriani en estos casos?   El ciudadano que hiere o mata un ladrón no tiene la misma facilidad que un avezado delincuente que tiene abogados para escoger y salir libre en cualquier momento.  

Ante la incapacidad del Poder Ejecutivo para modificar el nuevo Código Penal, el Congreso de la República tiene la palabra. En todo caso ambos son cómplices ante el avance geométrico de los delincuentes.  El pueblo no puede soportar más la ola de crímenes que suceden en el Perú.

PPK y Luz Salgado tienen que actuar cuanto antes. Ambos son testigos durante medio año de asesinatos y robos, con el incremente bárbaro de los criminales. El Congreso de la República no debe lavarse las manos con el cuento de las facultades dadas. Basta ya de las canastas Hay que actuar, luchar contra la delincuencia. ¡Qué desgracia! Medio año de trabajo y ya están de vacaciones, desde el 19 de diciembre. ¡Qué corona tan linda poseen estos padres de la Patria! Pero el pueblo sigue desprotegido, víctima de los criminales.

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