Oswaldo Carpio Villegas - Profesor en Marketing Político

El avión Fokker AE-560 de la Marina de Guerra del Perú que trasladaba de Pucallpa a Lima al equipo de Alianza Lima dirigido por Marcos Calderón, se precipitó al mar de Ventanilla parte del Mar de Miguel Grau.

En el accidente solo se salvó el piloto que fue sacado del Perú en actitud cobarde por los mandos de la Marina de Guerra del Perú.

¡Qué ajeno y lejano del Almirante Miguel Grau Seminario!

 Nunca se investigó. Nunca se sancionó. Nunca se entregaron documentos. Nunca hubo Compasión ni Justicia.

 

Es tiempo que la Marina de Guerra del Perú de una explicación razonable, fundamentada, argumentada y coherente del por qué se produjo esta terrible tragedia que enlutó al Perú, al fútbol peruano y a Alianza Lima.



No se pretende venganza. Se lucha por justicia. No es posible que luego de 30 años el piloto del avión siga escondido en algún lugar del mundo, con una nueva identidad y que los deudos no sepan la verdad de las muerte de sus hijos.

La tragedia, entonces, puso al descubierto a un gobierno que había sembrado el caso, que vivía de la tragedia como viven los monstruos del dolo humano. Se ocultó la verdad y se jugó con ella. Se engañó a la gente. Las autoridades se burlaron del pueblo y el gobierno de entonces, con gran capacidad para la rapacería y la destrucción, se puso de espaldas al pueblo. No supo dar la cara porque era la encarnación de la corrupción, la irresponsabilidad y el desprecio a la vida como sus antagonistas-terroristas.

 


Las tragedias permiten mirarnos profundamente a nosotros mismos. La del Fokker del 8 de diciembre de 1987 puso al descubierto muchas cosas. De un lado, a un pueblo enorme, inmenso en su dolor y en su resiliencia capaz de vencer tamaña adversidad y que ha crecido con el tiempo. Pese a los pésimos dirigentes, Alianza Lima ha sobrevivido y renacido porque hay un pueblo que lo sostiene, lo ampara y le otorga gigantesca voluntad de vida, gigantesca voluntad de poder. Alianza Lima ha renacido y seguirá vivo mientras esa misteriosa voluntad de poder del pueblo Aliancista sigue proyectándose con su enorme pasión y alegría a conquistar victorias.

El renacimiento de Alianza Lima es un misterio. ¿Por qué pese a la adversidad Alianza Lima ha obtenido títulos, sobrevivido, además, a dirigentes corruptos, ineptos e incompetentes? Los grandes pueblos poseen una enorme resiliencia que los vuelve a lanzar a la vida a vivir y enfrentando nuevos desafíos.

La voluntad de vida, la voluntad de poder del pueblo Aliancista sigue creciendo. Ha conquistado un nuevo campeonato, dejando atrás y en prisión a uno de sus peores enemigos internos. La fuerza del pueblo Aliancista es tan grande que la Nación Aliancista que tiene sus mitos, leyendas, banderas, himnos, canciones, poesías y narrativa, es parte fundamental de la peruanidad y de la gran nación peruana que une a innumerables pueblos de identidad particular y propia.

El Perú ha construido con Alianza Lima una forma de ser peruanos. Alianza Lima es parte de la peruanidad formada por más de 33 millones de peruanos que habitan el Perú y decenas de país del mundo.

Nuestro Perú, patria antigua y diversa, está simbolizada en Alianza Lima en donde han convergido negros, zambos, mestizos de todas las mezclas, indios, blancos, tusán y nikkeis. En el Perú encontramos al Perú reunido y renovándose. Cuando le va bien a Alianza Lima le va bien al Perú y cuando le va bien al Perú le va bien a Alianza Lima.

Tal vez por ello ha crecido y se ha encarnado la idea expresada ese profundo sentimiento de peruanismo y peruanidad: Alianza Lima es el Perú y el Perú es Alianza Lima.