En OPINIÓN LIBRE |

A propósito de los vagos, ociosos y de los otros...

En los pueblos andinos viven los que trabajan mientras que los vagos sufren de hambre y pobreza. No hay otra, o trabajas o te mueres de hambre.

De la vagancia, corrupción y delincuencia, el gobierno y el congreso son los responsables. Desde la alcaldía de Frijolito de Lima, Alfonzo Barrantes, comenzó la mantención de los vagos. Se ha llegado al extremo, ahora, que las ollas comunes, sirven para mantener a muchos profesionales y a los que tienen recursos. Hace algunos años se supo, que los esposos de los que viven de los comedores populares, decían para qué trabajar, si los comedores populares les mantienen.
De la vagancia, corrupción y delincuencia, el gobierno y el congreso son los responsables. Desde la alcaldía de Frijolito de Lima, Alfonzo Barrantes, comenzó la mantención de los vagos. Se ha llegado al extremo, ahora, que las ollas comunes, sirven para mantener a muchos profesionales y a los que tienen recursos. Hace algunos años se supo, que los esposos de los que viven de los comedores populares, decían para qué trabajar, si los comedores populares les mantienen.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista (Q.E.P.D.)


PUCLICADO EN 09-08-2021 | Yo nací en un pueblo pobre, donde mis padres salieron adelante con su trabajo, al igual que muchos otros. Desde mi infancia recorrí aldeas andinas, de tal manera conozco la pobreza y el hambre. Llegó a la conclusión: que comunidades enteras salieron de la pobreza a medida que sus trabajos tenían recompensas; vale decir, con esfuerzo y sudor se puede vivir mejor y tener cosas. 

 

Por ejemplo, la totalidad de los que emigraron de la sierra tienen propiedades y viven mejor, a costa de su sacrificio y búsqueda de oportunidades.  La pobreza existe donde hay vagos. Lo dicho por Pedro Castillo, presidente constitucional del Perú, sobre “quienes no trabajan sufren de hambre…”, causó risa y burla de muchos, cuando lo expresado es plenamente cierto en los pueblos de la sierra. En las zonas de interior no se mueren de hambre, pues los terrenos producen. Quienes sufren logran vencer las dificultades, ahora cuentan con carros y camionetas de último modelo. Los ociosos no tienen cabida, porque desde niños no trabajan; mientras los andinos y campesinos laboran, de claro en claro.    

 

El hombre andino cosecha papa, maíz, cebada, oca, haba, arveja, quinua y varios otros productos que, incluso llegan a los mercados de la costa para el consumo de millones pobladores que emigraron de su tierra es busca de un porvenir mejor, formando grandes asentamientos humanos.  Con los productos de la tierra durante el imperio, y años atrás, una población de unos 12 millones, vivió sin fideos, arroz, aceite, azúcar...  

 

De la vagancia, corrupción y delincuencia, el gobierno y el congreso son los responsables. Desde la alcaldía de Frijolito de Lima, Alfonzo Barrantes, comenzó la mantención de los vagos. Se ha llegado al extremo, ahora, que las ollas comunes, sirven para mantener a muchos profesionales y a los que tienen recursos. Hace algunos años se supo, que los esposos de los que viven de los comedores populares, decían para qué trabajar, si los comedores populares les mantienen.

 

Entonces, los maridos se dedicaban a chupar, desde luego no todos, pero solía a manifestarse. Antes de la pandemia los bares amanecían lleno de parroquianos, cuyos físicos demostraban ser campesinos.  Precisamente en los sectores marginales son los que más consumen licores, sobre todo chelas. Las personas humildes son quienes más celebran, con alucinante despilfarro de dinero, cumpleaños, bautizos, matrimonios, que van más allá de los necesario, porque se alimentan en los comedores populares, no afectando mucho los gastos excesivos que hacen para la realización de las fiestas. Hemos tenido conocimiento hasta profesionales con ingreso propio se alimentan en los comedores populares.

 

En este caso urge una severa investigación, o el gobierno seguirá manteniendo a los vagos. Hay verdaderos madres pobres y niños que necesitan, son la excepción.

 

De manera que, lo expresado por el presidente Castillo no es una farsa ni menos una ofensa. Se trata de la realidad del campo. Podrá haber relativas necesidades. Preguntamos, ¿qué gente del campo vive en extrema pobreza. Creo que ningún comunero, pues tiene para alimentarse de las cosechas almacenadas para todo el año. Ellos no están esperando la llegada a su lecho de los operadores del gobierno con carga de alimentos. No son mendigos ni impedidos físicos, debido a que todos trabajan.

 

En el campo no se ven niños vagos, ociosos, que pasan la vida sin ninguna ocupación. La prensa perversa, que no sabe de labores infantiles, sino comer y vestirse bien, a costa del gobierno y de la corrupción, siendo voceros de los vagos. Millones de soles van para mantener a la gente que no trabaja. Esta modalidad es para fomentar más mendigos, que pudiendo trabajar son mantenidos del gobierno.

 

NB: Los artículos publicados en esta Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de su autor. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

 

 

RELACIONADAS

SUSCRÍBASE AL BOLETÍN DE HUACHOS.COM

Recibe las últimas noticias del día

Su Nombre Completo
Correo Electrónico


TE PUEDE INTERESAR
Escribe tu comentario