Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Uno de los más grandes periodistas iqueños, Américo Aquije Purilla, partió a la eternidad. Américo, el paradigma de los hombres de prensa de la región, nos dejó perplejos a quienes lo hemos conocido.

Combatió la corrupción y la injusticia existente en el departamento de Ica desde las páginas del diario Expreso, como corresponsal, y en otros medios escritos, como en las radios y televisión, donde laboró y participó. Fue ejemplo digno de un periodista honesto y principista. Perteneció a una generación de profesionales de la prensa con altos valores como Gonzalo Tueros Ramírez, Luis Picone Soto, Rolando Tello, entre otros ilustres periodistas.

En 1975 lideró desde Ica por la libertad de expresión cuando el semanario TINTA, de Chincha fue víctima de la mafia del Poder Judicial, y había en esa época una corrupción enquistada, sin precedentes, en la historia del departamento. Lidió al lado de la Federación de Periodista del Perú, en momentos que presidía Genaro Carnero Checa, y el luchador Laureano Carnero. Por causas del destino, los hermanos Checa, pasó al olvido cuando llegan a la federación los voceros de la extrema derecha. La maldad obnubiló la historia de la FPP. Américo, fue fundador del Colegio de Periodistas, Ica, del que fue dirigente en varias oportunidades.

Su valor como periodista combativo trascendió las fronteras del departamento. De tal modo, bregó en varios eventos nacionales por la libertad de los periodistas encarcelados en Tarapoto, Trujillo, Lima y Chincha, entre otros lugres.

Estuvo permanentemente ligado a las aspiraciones y luchas del pueblo. Tanto fue el amor por el Perú profundo, no teniendo miedo a la altura ni el clima, para llegar a los pueblos andinos como Chavín.  En él no había chantajes ni coimas, ni camino difícil de recorrer.

Américo Aquije Purilla, el periodista guerrero y quijotesco, de Ica, fiel a su profesión, y practicante de la ética periodística, lidió con sapiencia por el pueblo, dejando grandes enseñanzas de afecto y de lucha contra los abusos e injusticias. Américo, prácticamente se convirtió en una leyenda, por ser ejemplo de un periodista combativo, leal, y por su identidad con la región. Incluso lo hemos visto luchando incluso cuando estuvo en cama. En suma, amó a su pueblo y familia, con ponderación. Descansa en paz, Américo, el abanderado honesto y de calidad del periodismo iqueño.