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BLOG BUSCANDO AMÉRICA: Soñar no cuesta nada (Parte I)

Los sistemas de salud pública carecen de organismos especializados en el sueño y de políticas sanitarias para aliviar a las personas que padecen problemas relacionados con el mismo.

 

Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho

 


Los sistemas de salud pública con frecuencia carecen de organismos especializados en el sueño y de políticas sanitarias para aliviar a las personas que padecen problemas de salud relacionados con el mismo.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el estudio Insomnio, Guía de Diagnóstico y Manejo Parte II, clasifica el sueño en REM y no REM, o MOR y  no-MOR. Por sus  siglas en  inglés  REM (“rapid eye movement”) y  MOR en castellano (movimientos oculares rápidos):

•    MOR o  REM: movimientos rápidos de los ojos sin actividad muscular corporal.
•    No-MOR o no-REM: el cuerpo es  el que se mueve,  los ojos permanecen inmóviles.

Las fases del sueño no-REM son: 1 y 2 de sueño ligero, y  3 y 4 de sueño profundo. Se cree que en las fases 3 y 4  es cuando la persona se recupera del cansancio, señala el mencionado análisis.

En la presentación se dice que los pacientes usualmente se quejan de dificultad para conciliar el sueño, despertarse frecuentes durante la noche o somnolencia diurna.

Entre las muchas definiciones de insomnio, la OPS adopta la de la  Asociación Americana de Centros de Estudio y Tratamientos del Sueño, que lo define como la latencia mayor a 30 minutos y/o dos o más despertares nocturnos y/o vigilia nocturna mayor a una hora y/o tiempo de sueño total menor a 6 horas.

Los trastornos del sueño según esa investigación, en resumen son  el estilo de vida sedentario, la depresión en personas de edad avanzada, dolor crónico debido a enfermedades como la artritis,  el insomnio, necesidad de orinar con frecuencia, ingesta de café, medicamentos y alcohol.

 

« Muchos desórdenes del sueño, además pueden tener un componente psiquiátrico, y que  la depresión severa se asocia con somnolencia diurna, así como con insomnio terminal, es decir, usualmente durante la madrugada el paciente se despierta y no puede volver a conciliar el sueño. »

 


Algunas recomendaciones que se formulan en la parte II del estudio de la OPS, son  tener un horario fijo para acostarse y levantarse, aún durante los días feriados y fines de semana; el cuarto para dormir debe estar a una temperatura confortable, lo más libre de ruido posible;  importante que no se asocie la cama con frustración de tratar de dormir, ni se use  la cama para  leer o ver TV.  Igualmente aconseja evitar  líquidos, cafeína y el tabaco alrededor de la hora de dormir, evitar la cerca de las horas de sueño; y evadir siestas diurnas excesivas; limitar la estancia en la cama a 7-8 horas cada 24 horas y disfrutar durante el día de ambientes iluminados con bastante luz.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los trastornos del sueño son  una de las siete características  del paciente con depresión  y  que una forma de  evitar el estrés innecesario es el establecimiento de rutinas diarias, fijando momentos concretos para las comidas, el juego, el aprendizaje, el contacto con los demás y el sueño.

 

 

« No dormir lo necesario es una  epidemia de la salud pública y  está asociado a accidentes automovilísticos, desastres industriales, errores médicos y profesionales entre otros. »

 


De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades CDC -Agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos-, no dormir lo necesario es una  epidemia de la salud pública y  está asociado a accidentes automovilísticos, desastres industriales, errores médicos y profesionales, entre otros. Los CDC  relacionan la hipertensión, diabetes, depresión, obesidad y  cáncer con las personas que no duermen lo necesario.

Acerca de las horas de sueño necesarias los CDC  sostiene que varía entre los individuos, Morfeo está determinado tiempo en la persona  conforme a la edad: los niños en edad escolar (5-10 años)  10 a 11 horas de sueño; los adolescentes (10-17 años)  de 8.5 a 9.5 horas, y los adultos, de 7 a 9 horas diarias.

El Diario del sueño, la higiene del sueño y consultar al odontólogo sobre trastornos del sueño son las nuevas tendencias:

En el ZZZ, es útil, indica el examen, que el  paciente lleve un “DIARIO DE SUEÑO”, durante 2 semanas, donde anote lo relacionado con su forma de dormir  desde la hora a la que se acuesta  hasta  la hora que se levanta en la mañana. El formulario que es bastante riguroso, incluye anotar lo que come y bebe durante la vigilia.

La higiene del  sueño  trae  los consejos para promover buenos hábitos de sueño y el sueño regular, adaptados de la Fundación Nacional del Sueño:

 

 

« Acostarse a la misma hora cada noche y levantarse a la misma hora cada mañana; una actividad física moderada; evitar comidas excesivas antes de acostarse; así como  la cafeína, nicotina  y  alcohol cerca de la hora de dormir. »

 


Es raro consultar al odontólogo para problemas relacionados con  el sueño; sin embargo estos profesionales recetan un aparato bucal  similar a los  protectores que usan los boxeadores o retenedor de ortodoncia  usado sólo durante el sueño, que puede ayudar a conciliarlo.

A veces soñamos despiertos, nos atrevemos a soñar, se  cumplen o no  los sueños, y  repetimos con el salmista: En paz me acuesto y enseguida me duermo, pues tú sólo, Dios, me haces vivir tranquilo.

@luforero4

 

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