No es un secreto que el Mundial de Qatar ha levantado mucha polémica en la amplia mayoría de la comunidad internacional, empezando por su adjudicación, y terminando por los millares de fallecidos denunciados por diversas organizaciones internacionales durante las obras de los estadios.

Un país cerrado al mundo, donde los Derechos Humanos brillan por su maquillada ausencia, y que intenta imponer su ley a pesar de acoger un evento global tan importante y con tantos ojos encima como una Copa del Mundo de fútbol. Un país que prometió cambios, pero que apenas ha implementado ninguno, especialmente en el apartado de derechos y libertades.

Una de esas libertades, la de expresión, fue la que sufrió este miércoles por la tarde un intento de 'boicot' por parte de los equipos de seguridad desplegados por Doha para el Mundial. El enviado especial danés Rasmus Tantholdt se encontraba realizando una conexión en directo para la cadena TV2 de su país, cuando un 'caddie' con tres miembros de la seguridad del Mundial irrumpió en la escena, increpando al corresponsal y a su cámara. De hecho, uno de los individuos que interrumpió a los periodistas tapó a toda prisa el objetivo de la cámara, amenazando de paso a los daneses.

"Señor, ustedes invitaron a todo el mundo a venir aquí a su país. ¿Por qué no podemos grabar? Es un lugar público" le intentó hacer entender Tantholdt a los encargados de la seguridad local, que no atendían a razones. Otro de ellos le estuvo reclamando la acreditación al periodista danés, que se la enseñó en repetidas ocasiones, explicando nuevamente los permisos que tenían: "Esta es la acreditación. Podemos grabar en cualquier parte que queramos".

La discusión volvió a subir de tono mientras los qataríes intentaban argumentar su comportamiento y la prohibición de grabar por encontrarse en Katara, una ciudad cultural alejada del acceso público, sin hacer caso a las reclamaciones de los periodistas europeos, acreditados con todos los permisos necesarios. En ese momento, el mismo miembro de seguridad que había tapado el objetivo de la cámara comenzó a amenazar con romper la cámara, ante la creciente incredulidad de Rasmus: "¿Quieres romper la cámara? ¿Eso es lo que vas a hacer? ¿Nos amenazas con destrozar la cámara?"

Finalmente, el propio periodista danés reconoció haber recibido disculpas por parte de la oficina de medios internacionales de Qatar y por el Comité Supremo del país árabe, pero sembró la semilla de la duda sobre lo que podría sucederle a más periodistas en Qatar a partir de ahora.

Básicamente esto pic.twitter.com/g9wkJz31mv

— Alberthad al Siordhini???????? (@BetoSiordia) November 16, 2022

El nuevo reto del Mundial de Catar: esconder las cervezas

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