Tradicionalmente, la Iglesia católica comienza noviembre con dos importantes celebraciones: la fiesta de Todos los Santos, el día 1, y la de los Difuntos, el día 2. Todo el mes se dedica especialmente a rezar por los difuntos.

El Papa ha explicado en varias ocasiones el papel de la muerte en la vida de un cristiano. Dice que "nos recuerda la imposibilidad de ser, comprender y abarcar todo."

Octubre de 2019

"Es una bofetada a nuestra ilusión de omnipotencia. Nos enseña en la vida a relacionarnos con el misterio. La confianza de saltar al vacío y darnos cuenta de que no caemos, que no nos hundimos; que desde siempre y para siempre hay Alguien allí que nos sostiene. Antes y después del final".

El Papa también destaca la importancia de recordar y rezar por los difuntos. Dice que las oraciones "ofrecidas con la confianza" de que los difuntos "ahora viven con Dios" pueden ser útiles para las personas que aún están en la tierra.

5 de noviembre de 2020

"Esta oración nos inculca una verdadera visión de la vida; nos revela el sentido de las pruebas que debemos soportar para entrar en el Reino de Dios; nos abre a la verdadera libertad y dispone a buscar los bienes eternos".

El Papa Francisco explica a menudo que la conciencia de la muerte puede y debe informar nuestras acciones diarias, inspirándonos a los demás y a considerar que hay vida eterna después de la muerte.

4 de noviembre. 2019

"Antes de tomar cualquier decisión importante, debemos imaginarnos de pie ante Dios al final de los tiempos. Ese es el momento final e inevitable, al que todos tendremos que enfrentarnos. Toda decisión de vida, vista desde esa perspectiva, estará bien orientada, ya que se acerca a la resurrección, que es el sentido y el propósito de la vida".

El Papa ha utilizado el ejemplo de Job, que a pesar de su sufrimiento, vivió con la certeza de que un día vería a Dios.

2 de noviembre de 2020

"Esta certeza, precisamente en los momentos finales de la vida, es la esperanza cristiana. Esa esperanza es un don que no podemos obtener solos. Es un don que debemos pedir: 'Señor, dame esperanza'".

Recordar y rezar por los difuntos; vivir con la esperanza de la vida eterna; y acudir constantemente a Dios son las propuestas del Papa para estar "vacunados contra... el miedo a que todo se acabe para siempre".