Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

El caso de la toma de carreteras por los comuneros de Las Bambas y decenas de otros lugares durante largo tiempo, denunciando la existencia de la contaminación del medio ambiente debido a la polvareda permanente, muerte de animales acuáticos y terrestres, presencia de metales pesados en los niños, el daño causado a los ríos y lagos, la no producción de sus tierras, entre otras secuelas graves, solo han sido una pantomima, un reclamo que debajo de las mangas estaban en juego los millones de dólares, que hace cambiar en minutos la plataforma de lucha de los comuneros.

En un santiamén se olvidaron de la contaminación y de las muertes. Cuando los millones de dólares chinos se pusieron en la mesa los ojos de los luchadores comenzaron a girar 360 grados, y el ofrecimiento de camionetas 4x4 de marca Toyota, a los dirigentes, la lucha emprendida se fue al diablo, el tal Rojas, con el rabo entre las piernas, convenciendo a los comuneros, previo trago, el “éxito” rotundo de la lucha, y ordenando dejar libre las carreteras, con más cervezas y wiskis, que nunca los campesinos habrían saboreado.



Así de fácil se concluyó la toma de las carreteras. Según nuestra observación Apurímac, Cuzco Arequipa, ya alistan la repartija para sus obras y supuestamente para los bolsillos. Así son las cosas, donde se resuelven las controversias, sin gastar mucha saliva, basta enseñarles fajos de dólares.    

La muerte por efectos de la contaminación no es de ahora. La explotación del hombre por el hombre, tampoco. La pobreza y la marginación de los pueblos mineros y el hartazgo y sobrevivencia millonaria de la metrópoli viene desde la colonia. Acaso no sabemos que cientos de nativos que cargaban los minerales a la costa se morían en el camino, y yacen enterrados de trecho en trecho, entre Huancavelica y Cerro Azul. Se sacaron millones y millones de soles, ¿cómo están, por ejemplo, Castrovirreyna y Caudalosa Grande?

Los felipillos y traidores existieron todo el tiempo. Los Chancas fueron vencidos por culpa de los traidores. La gente ignorante, sin principios, llegan a extremos repudiables. No tienen la concepción del futuro, sino el presente. Subastan su conciencia a cualquier precio

La explotación minera es necesaria para el desarrollo del país, pero tiene que ir de la mano con la proyección del pueblo. Además, la mina debe significar mejor educación, y mejor salud, lo que no sucede en la actualidad. Lo que hay ahora es compra de conciencias, enriquecimiento de los líderes, reparto de plata a unos cuantos. En ese sentido la presencia de la mina no sirve para nada, sino en -el fondo- se trata de la sepultura moral del pueblo.

No se busca de intuir que el pueblo saque a la mina a base de “guaracazos”. No es eso. Se requiere un verdadero estudio de la realidad y distribución justa de la riqueza. La compra de conciencias debe eliminarse. El negocio turbio entre los malos dirigentes y la mano negra de las potencias mineras deben desaparecer.

En Chavín, por ejemplo, la mina ha traído la corrupción sin precedentes. La compra de conciencias es lo más notorio. A la luz del día están los dirigentes corruptos con su 4x4, con propiedades y empresas millonarias. Sus familiares trabajando en la mina. De dónde sacaron tanta plata, si andaban en chaplas. No conocían zapatos. Y, éstos como es natural, son los soldados de la mina, dispuestos a morir en su defensa. Tiene un escuadrón de felipillos preparados para todo, financiados desde luego.

La réplica de ODEBRECTH, y quizás la misma banda, que ha traído el mal, por decir, a Chincha. Donde el olor de la corrupción se siente desde lejos. Aquí, por la plata, el gobierno está metido sin duda. De manera los reclamos y las protestas del pueblo caen en sacos rotos.
 
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