En OPINIÓN LIBRE |

Desde la colina de Palmadera, señalando a los codiciosos

El agua es vital para la supervivencia humana especialmente en zonas áridas y escaza lluvia como es el caso de la sierra peruana en general y del distrito de San Juan de Yánac en particular.

Esta es la estancia de Torocapana, escenario de donde emana la codicia. Dios no lo permita. 3 meses de verdura por 9 meses de sequía.

 

Por: David Vilcapuma Gutiérrez 

Licenciado en Educación

 

El acceso al agua es una necesidad básica y vital para la supervivencia humana, desde el punto de vista de la salud  y el bienestar social. También el agua es un bien común que pertenece por derecho a todos y cada uno de los habitantes del planeta, es por ello que a nadie se debe privar el derecho a  tener acceso al agua.

 

Uno de los objetivos de éste relato es dar a conocer la importancia que tiene los recursos hídricos para toda la población.

 

Así cómo el análisis referente al fenómeno de la escasez hídrica, vinculada a la falta de lluvia en la zonas alto andina de nuestra patria, y de manera especial la serranía de la provincia de Chincha.

 

 

Al mismo tiempo crear conciencia sobre la importancia del aprovechamiento del agua en la productividad como la agricultura y el bienestar social de la población de la localidad.

 

Sin embargo nada de esto será posible si las autoridades locales, regionales y gobierno central no viabilizan proyectos favorables para el desarrollo de los pueblos.

 

También es importante construir lagunas artificiales con el propósito de sembrar el agua para conservar los humedales devolviéndole así a la montaña la gracia de concederle a la comunidad dotándoles de agua.

 

Alguien decía si en las comunidades existen armonía y buen trato entre los usuarios, entonces habrá suficiente cantidad de agua.

 

Si hay peleas e incomprensiones como los hay, donde algunos codiciosos que sólo quieren el agua para ellos, entonces se secará las vertientes.

 

Desde este informativo huachos.com y éste modesto servidor exhortamos a los comuneros a vivir pacíficamente, compartiendo entre todos, la riqueza que la naturaleza les proporciona.

 

Vivimos en tiempos de incertidumbre, hoy estamos aquí, mañana no sabemos lo que pueda pasar, sólo Cristo sabe.

 

Que Dios los bendiga a todos hoy, mañana y siempre.

 

Chincha, julio de 2022

 

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