En OPINIÓN LIBRE |

El campanazo del adiós

Sumiendo todo mi ser a una devastadora tristeza, amenazando a los dioses e inundado de lágrimas, decidí escribir este blog como catarsis de mis penas.

En algún lugar, unisolito y esperándote.
En algún lugar, unisolito y esperándote.

 

Por: David Auris Villegas - Escritor/Pedagogo


Al despertar, me lavé los dientes con champú, enfundándome dentro de los trapos y botas pintados de marrón, acaricié mi prometedora nariz al pie del puente hecho de fangos y recuerdos, murmuré bajito contra los libidinosos sueños que traen desgracias y ligero de equipaje partí al sur, ¿quién sabe a qué?.
 
Prometí volver mientras leía, de Animales a Dioses, irónico título que al ingresar al Facebook había desaparecido mi amor bucólico de cabellera ensortijada, haciendo añicos mi inesperada ilusión de besar cada mañana, _tanta suerte me sorprendía.

Sumiendo todo mi ser a una devastadora tristeza, amenazando a los dioses e inundado de lágrimas, decidí escribir este blog como catarsis, para sobrevivir una vez más a las adversidades del destino, llamándolo sencillamente, diarios de un vagabundo, pues, ¿qué sucederá mañana?

Tal vez alguna diosa decepcionada acabe con mi ligero destino o, bese las manos doradas de alguna princesa que aún me espera en algún lugar del planeta.




 

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