Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

El ex Fiscal Superior  de Ica Julio César Casma Angulo que cumplía prisión por tráfico de influencias fue excarcelado por decisión del juez supernumerario Carlos Valdez Moscoso, quien a la vez ordenó el archivamiento de la investigación, según la información publicada en el diario Correo de Ica.  Asimismo merecieron ser liberados  los procesados Carlos Mendoza Gonzáles, Fernando Champi Miranda, Haydee Sánchez Zuloeta y Marcial Chang Lévano.

La Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ica y la Procuraduría Pública Anticorrupción Descentralizada apelaron la sentencia del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria, que ordenaba el excarcelamiento de los procesados.

Los magistrados Luis Herrera Ramos, José Javier Magallanes Sebastián y Rafael Salazar Peñaloza, de la Primera Sala Penal  de Apelaciones se encargarán de resolverán la apelación. 

Según se sabe en la Región Ica como sucede a nivel nacional los procesados por actos de corrupción siempre han salido libres. No obstante a las fehacientes pruebas  presentadas que incriminaban a los corruptos, los jueces ordenaron el archivamiento de la investigación aperturada, y para el colmo de los colmos sosteniendo -lo risible- que no hay pruebas ni indicios para continuar con el proceso.

 

De modo, las quejas y los reclamos  se archivaron ante la protesta de las víctimas de la injusticia. Por ejemplo en Chincha casos seguidos a los ex alcaldes José Navarro Grau y Lucio Juárez Ochoa, entre otros, se archivaron escandalosamente. Las pruebas fueron evidentes, pero los magistrados fueron sordos y ciegos. 

Por sentido común y la razón solamente un psicópata o desquiciado mental  puede presentar una denuncia contra una autoridad honesta. De manera, decir que “se archive la investigación por falta de pruebas” es justifica una actuación cínica, y defender al procesado procediendo tapar el sol con un dedo, tirando al tacho las pruebas, solidarizándose astutamente, limpiándolo de toda acusación;  resultando muchas veces que los denunciantes pasaron a ser denunciados, como se publicó en múltiples oportunidades en la prensa local-.

 

En los últimos años la actuación del Poder Judicial  está por los suelos. La población peruana cree que el Poder Judicial es el órgano más corrupto de la Nación. Lamentablemente esto sucede  por culpa de los malos magistrados que sirven de escudo a los corruptos. 

La sentencia emitida por el juez Carlos Valdez Moscoso da mucho que pensar y ha caído como agua helada a las personas que esperaban la continuidad del proceso de investigación  contra los denunciados por el delito de tráfico de influencias, sobre todo causó indignación al Fiscal Provincial en lo Penal y al Procurador del Estado, que apelaron la controvertida resolución. Se espera que en segunda instancia se revoque la sentencia cuestionada, que es la vergüenza del poder judicial iqueña.  

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