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El padre Ángel Acuña Rojas

Personaje importante de la historia y la fe católica de nuestro pueblo Tantará acaba de fallecer Q.E.P.D.

Distrito de Tantará, provincia de Castrovirreyna, departamento de Huancavelica.
Distrito de Tantará, provincia de Castrovirreyna, departamento de Huancavelica.

 

Por: Esteban Saldaña Gutiérrez - Ingeniero Industrial

 

De pronto las matronas de Tantará se agolparon en la esquina de Salla Salla, formando un semicírculo, con sus sobreros blancos utilizados solo en épocas de siembra, donde animaban los trabajos cantando el harawi. Estaban así ahora, charlando y mirando insistentemente hacia la dirección de Alljas.

 

Otro grupo, ahora de varones, con sus sombreros de fiesta marca apollo, con la camisa toda embotonada, perfumados como en época de fiesta con agua florida, instalaban comedida y animosamente un arco adornado con flores multicolores, como guirnaldas.

 

Salla Salla, era una suerte de mirador, circundado en su parte lateral por altos y añosos nogales. Allí se despedía y se esperaba a los viajeros, los que venían de la costa asomaban por debajo de Cerco Jahuan, sorteando una curvatura el camino real continuaba por “Morro”, donde una antigua casona de don Juan Saldaña Villegas parecía darles la bienvenida, el camino continuaba y pasaba delante del cementerio y si el viajero doblaba a la izquierda, hacia el puente, decíamos que eran Huamatambinos. Si el viajero continuaba directo por la pampa, decíamos serán Sanpedrinos o Chupamarquinos o Aurahuinos, si por el contrario remontaban para Salla Salla nos preguntábamos quien sería, para el chaqui Paqui. Así la muchachada divagaba, mientras jugábamos con nuestros carritos de latas de portola.

 

 

De pronto, alguien divisó una comitiva, encabezado por un sobrio jinete montado sobre un brioso caballo finamente enjaezado. Es el padre Ángel Acuña Rojas dijeron, las voces se multiplicaron y la alegría se extendió por los rostros de hombres y mujeres. Fueron a su alcance, llevando pétalos de rosas y pinao en manteles blancos bordados a mano. Llevaban también chicha de maíz, para la comitiva. Parecían que iban al encuentro de los danzantes de tijeras con su saccta mate. Hicieron un alto, esperaron que el ilustre viajero avance. Hasta que finalmente, ya cerca descabalgo e ingreso a nuestro pueblo, por entre el arco de flores y los aplausos y la bienvenida del pueblo entero.

 

Ese recuerdo permanece y permanecerá por siempre en mi memoria. Si alguien guarda un archivo voluminoso de las vivencias de esos años, es el padre Ángel. Premunido de una cámara fotográfica se aparecían en las chacras donde sembrábamos. De pronto se encontraba en la plaza, en la asamblea comunal. O en las “fainas”. Así transcurrían los días del padre, visitando las familias, las casas, hasta que finalmente se despedía con retoques de campana y la alegría de bienvenida se trastocaba en pena, pero con la esperanza de un próximo reencuentro, de una nueva bienvenida.

 

 

Ese viaje a nuestro pueblo, a nuestro Tantará, por parte del padre Ángel ya no llegará. Ha partido al infinito, está hoy al lado de los seres celestiales. Pero estará con nosotros siempre, cuando evoquemos nuestro añorado pueblo, nuestra iglesia, nuestra misa, nuestras fiestas. Padre Ángel, ahora que te encuentras al lado del todopoderoso, mira a este sufrido pueblo, a su gente que clama por justicia, que espera un futuro mejor. No te has ido padre, contrariamente has llegado con renovados bríos a nuestros corazones, a nuestras almas. Hasta siempre padre Ángel Acuña Rojas.

 

 

 

 

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