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El Poder Legislativo peruano en tiempo de diversas pandemias

Los blindajes del Congreso 2020-2021 a corruptos y delincuentes con corbata es la continuación de la historia más negra del Perú. Somos definitivamente una sociedad infectada por un virus criollo.

Este Congreso, aprovechando la pandemia, al mejor estilo delincuencial, integrado por personajes sin capacidad y valores, viene actuando contrario a los lineamientos del pueblo que votó por la moralización y cambios positivos, demostrado que la podredumbre continúa peor que antes. El blindaje a Chávarry, es la prueba.
Este Congreso, aprovechando la pandemia, al mejor estilo delincuencial, integrado por personajes sin capacidad y valores, viene actuando contrario a los lineamientos del pueblo que votó por la moralización y cambios positivos, demostrado que la podredumbre continúa peor que antes. El blindaje a Chávarry, es la prueba.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista


El pueblo peruano se equivocó del cabo al rabo. Después del cierre del Congreso, donde una pandilla de delincuentes de cuello y corbata manejaba, a su antojo, el destino del Perú, protegiendo a los corruptos, hoy vemos que la desgracia llegó a su máxima expresión.

 

Este Congreso, aprovechando la pandemia, al mejor estilo delincuencial, integrado por personajes sin capacidad y valores, viene actuando contrario a los lineamientos del pueblo que votó por la moralización y cambios positivos, demostrado que la podredumbre continúa peor que antes. El blindaje a Chávarry, es la prueba.

 

Si bien es cierto que el Congreso dio algunas leyes populistas y controvertidas y  proyectos de ley 4860 y 5102; en el campo de la moralización aletea como un ave de rapiña moribundo, demostrando una posición cadavérica. Acaba de acordarse la desaparición de la inmunidad parlamentaria y castigo penal a los políticos que roban durante la pandemia.

 

El proyecto de cárcel que ha despertado las avemarías de mucha persona, pareciera que tiene un objetivo específico consistente en el encarcelamiento de los personajes del actual gobierno, cosa que nos parece inaudito. Los corruptos con sueldo deben ir a cárcel.

 

En concreto, la corrupción no solo está en el seno del gobierno sino en todo el sistema administrativo del Perú: Ejecutivo, Congreso, Poderes del Estado, profesores, jueces, ministerio público, Tribunal Constitucional, gobiernos regionales y locales, entre otros. De modo, no se puede llevar a efecto la moralización cuando la corrupción campea y apesta en todos los sectores, comenzando por el Congreso.

 

 

 

 

                      Si los llamados congresistas atomizados quieren la moralización del Perú tiene que emitir una ley que castigue a todos los corruptos y sinvergüenzas. No tomar en cuenta este acertijo, es ser sordo y ciego cuando la corrupción generalizada abate el Perú.                       

 

 

 

 

Manuel Gonzáles Prada ya lo había dicho hace más de una centuria: “donde se pone el dedo salta el pus”.

 

No es posible que el Perú pague y solvente a los corruptos que están en la administración pública como son los jueces y fiscales, no obstante, de ser los privilegiados, con elevados sueldos. Estos miserables anti peruanos, son los que protegen y dan libertad a los delincuentes y criminales, salvo honrosas excepciones. En la danza de la corrupción tenemos a la crema y nata del Tribunal Constitucional que, ganando decenas de miles de soles, nunca se ha preocupado por el Perú, sino para proteger a los delincuentes y cuidar sus intereses.

 

Su mal desempeño ha sido cuestionado por la prensa nacional.

 

Nos enfría la sangre cuando vemos que fiscales y jueces, ganando sueldos exagerados, vienen actuando al otro lado del pueblo. El Estado no puede pagar a los delincuentes que se encuentran en la burocracia dorada, administrando justicia, o manejando el tesoro público en las municipalidades y gobiernos regionales. Hay que separar la paja del trigo, el nuevo congreso, sea del pescadito, morado, o de la A, fuera de toda peliculina, deben ser los abanderados de la justicia y de lucha contra la corrupción. Entre tanto, La moralización parece ser una utopía. ¿Dónde está la moralización señores congresistas? Es puro cuento decir, sacando el pecho como el pavo, que están cumpliendo con su promesa. Claro que está cumpliendo, pero al revés.

 

¿Cómo es posible que, en las narices de tutilimundi, los bastardos pagados por el Estado, plata de todos, tengan el amparo legal, roben y dan libertad  los delincuentes? ¿Qué pasa en el Perú? ¿Dónde están los congresistas?

 

El proyecto de Ley para encarcelar a los políticos que están robando durante la pandemia es pura pantomima, cacareo, como la gallina clueca. Decíamos que se persigue solo a los que están ahora dentro del gobierno de Vizcarra. Podemos pensar solamente para un centenar de corruptos, que representa apenas el 1 por ciento. Y, el 99 por ciento siguen robando al pueblo y no pasa nada, pues tiene el blindaje congresal. Señores congresistas despierten. Las ratas que gozan del erario necesitan ser sacados de la administración.

 

Ahora o nunca. Basta de figuretismo.

 

 

 

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