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El Señor de Coyca Palca y la virreyna Teresa Castro

PROVINCIA DE CASTROVIRREYNA - HUANCAVELICA.

Un relato sobre los orígenes de la provincia de Castrovirreyna desde la época del virrey Hurtado de Mendoza.

Doña Teresa de Castro, esposa del Virrey D. García Hurtado de Mendoza


Por: Prof. José Enciso Gálvez


Existen varias versiones de esta historia. La particular versión descrita líneas abajo la he recopilado y reconstruido a partir de diversas fuentes orales y documentos oficiales con único fin de conservarla y difundirla, para mejor conocimiento de la historia de nuestro pueblo Castrovirreyna.

Introducción

Muchas tradiciones orales (cuentos, leyendas, mitos, etc.) fueron estructurados a partir de hechos sociales, extraídos de las vivencias de los pueblos, y por ello contienen referencias espaciales y temporales que ubican geográfica e históricamente su epicentro oral-literario. En consecuencia, en estos relatos podemos hallar detalles sobre lejanos personajes y su relación con la naturaleza, sus estilos de vida, organización social, pensamiento cultural y religiosos, entre otros.

Estos relatos no deben ser menospreciados ni tampoco sobrevalorados, ya que pueden ser recurso permanente de aprendizajes que enaltezcan la condición humana o fuente de alienación social. Por ello debieran ser rescatados para el análisis y difundidos convenientemente.

El siguiente relato, que llega hasta nosotros gracias a la memoria oral de nuestro pueblo, fue diseminado hace cientos de años, quizá por el clero y la élite española ansiosa de riqueza, o tal vez por los indios esclavizados y explotados aquí en su propia tierra Castrovirreyna, llamada así a partir del virreinato.

Del origen de la tradición “El Señor de Coyca Palca y la virreyna Teresa Castro” aún no tenemos respuesta. Pero si tenemos certeza que, desde la óptica de sus creadores, se presenta a dos grupos sociales antagónicos paradójicamente conviviendo, según el relato, pacíficamente y en prosperidad.

En primer lugar aparecen los indios, cuya condición de inferioridad en la estructura social, política y militar virreinal, los obligó, según el relato, a solicitar favores a los españoles, para ascender socialmente. Los creadores de esta historia no muestran la opresión de la que son víctimas los esclavos.

En segundo lugar se describe a los españoles como poderosos extranjeros que, llegados de ultramar, y ya en el poder virreinal, se dedicaron “altruistamente” a fundar ciudades para traer “prosperidad” económica, “orden” social y “sabiduría” moral para los “miserables” pueblos indios.

¿Cuánto de verdad y cuánto de ocultamiento intencional hay en esta historia? sólo usted amigo lector puede concluir finalmente.

El señor de Coyca Palca y  la virreyna Teresa Castro y Cueva

En plena época colonial, la esposa del virrey García Hurtado de Mendoza, Villagra y Quiroga (1589-1596), doña Teresa Castro y de la Cueva, primera virreina que tuvo el Perú, recibió la visita de un indio que era gobernante de los pueblos mineros de Coyca Palca, nombre con el que se conocía en tiempos pre hispánicos a las tierras que hoy llamamos Castrovirreyna, en la región de Huancavelica.

En esa visita, el señor de Coyca Palca solicitó a la virreyna Teresa Castro que sea madrina de uno de sus hijos y para ello le ofrendó un valioso cargamento de oro y plata que llevó desde su lejano pueblo minero, ubicado en las cumbres de la cordillera occidental, junto a las lagunas de Orccococha, obsequio con el que sorprendió gratamente a la altísima señora que pronto aceptó.

Un mes después Doña Teresa Castro hacía su entrada a Coyca Palca, acompañada de un séquito integrado por señoras importantes de Lima, varios Oidores, Capellanes, Hidalgos y un Cura, además de pajes y criados, todos los que fueron resguardados por un batallón de cincuenta soldados bien armados.

Luego de un Larguísimo viaje, al llegar a su destino, la Virreyna Teresa Castro descendió de su corcel y caminó sobre una alfombra de láminas de oro y plata, con las que el señor de Coyca Palca tapizó la entrada a su hogar para recibir a tan digna señora.

Una vez allí, entre halagos y ofrendas, potajes y bebidas, danzas y música tradicional, con presencia de la virreina, el Cura realizó la ceremonia del bautizo pactado. Concluida la fiesta, la virreina y demás visitantes iniciaron el retorno a Lima llevando consigo un valiosísimo cargamento de minerales y joyas.

Enterado de ello, el esposo de la virreina Teresa Castro, Don García Hurtado de Mendoza, nombrado el 30 de julio de 1588 Virrey, Gobernador y Capitán del Perú por el Rey Felipe II de España debido a su productiva experiencia en la explotación de indios como Primer Gobernador de Chile y donde también fue militar vencedor de la Guerra de Arauco, consiente de haber hallado el yacimiento minero de oro y plata más rico del imperio, aún más rico que las impresionantes minas de Potosí, dictó una Provisión para fundar el pueblo de Castrovirreyna sobre aquel pueblito miserable de Coyca Palca, en honor a su esposa la virreina Teresa Castro y de la Cueva, un día lejano cuya fecha es 27 de mayo de 1591.

Luego, el 8 de agosto de 1594, el mismísimo Rey de España Felipe II le otorgó a Castrovirreyna el Título de “Ciudad de los españoles”, colocando al Cacique Andrés García como primer Alcalde de Indios para la administración de más de 400 mineros españoles y decenas de miles de esclavos indios y negros traídos desde Ayacucho, Apurimac y otras provincias vecinas.

Mucho tiempo después, el 21 de junio del año 1825, el Libertador Simón Bolivar, a través de un decreto supremo, creo las provincias de Castrovirreyna, Tayacaja y Angaraes.
 

Ilustraciones de Guamán Poma de Ayala sobre las minas de Castrovirreyna


Virrey del Perú D. García Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete - 1,590.



 

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