En OPINIÓN LIBRE |

Es hora de actuar para detener al senderismo periodístico que 'fusila' al alcalde de Chincha

El “delito” del burgomaestre chinchano es haber puesto orden en el ornato de la ciudad, mediante del desalojo de los vendedores ambulantes o informales.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

 


Basta ya del senderismo periodístico que con toda libertad viene actuando en Chincha. Los asesinos senderistas mataban justificando que lo hacían por la desigualdad social, la injusticia y la existencia de la corrupción. Ahora un número considerable de los llamados “periodistas” y “comunicadores sociales”, con procedimiento similar de domesticación, engañando a la población, vienen promoviendo el “levantamiento del pueblo” contra el alcalde César Carranza Falla.

El “delito” del alcalde chinchano es haber puesto en orden la ciudad, concertando con los vendedores informales y sacándolos civilizadamente, para dejar libre las calles perimétricas a los mercados de Chincha, y de paso convertir dichas arterias huecas, con nuevas veredas y vías asfaltadas que da modernidad a Chincha, como luce la tercera cuadra de la calle Italia. Nadie lo hizo antes por incompetencia y corrupción. El pueblo aplaude esta medida grata, en tanto un pequeño grupo se muere botando bilis y vomitando fuego.

¿Quiénes son estos supuestos “senderistas del micrófono y del papel” que atacan “criminalmente” al alcalde César Carranza Falla y a otros alcaldes? Son los que tienen órganos periodísticos  en las radios y televisoras que, en un  tiempo,  gozaban de los privilegios de los alcaldes, quienes repartían la plata del pueblo por miles, a estos “comunicadores sociales”, como si fuesen empleados del municipio. Al perder los privilegios y dádivas que les daban los alcaldes los ”presuntos periodistas” comenzaron atacar bárbaramente a Carranza, sin descansar día y noche, buscando y difundiendo el mínimo error, y hasta pactando entrevistas y llamadas telefónicas para hacer creer al pueblo, que “Carranza es un ladrón e inhumano”. Chincha se había convertido en la ciudad más sucia del mundo, donde había caos, desorden y pillaje. Ahora es diferente.

 
« Un grupo de malos “periodistas” al estilo de sendero, declaran la guerra abierta al alcalde Carranza atacándolo vilmente con insultos, agresiones verbales y difamación. »


El caso del desalojo de los vendedores ambulantes o informales es el resultado del clamor de los ciudadanos. Fue un éxito rotundo. Y las obras que de inmediato el municipio lo viene haciendo gozan del respaldo de las mayorías. Así Chincha ha cambiado considerablemente.

Cerca de 40 años los informales tomaron las calles de Chincha. José Navarro Grau llegó a la alcaldía de Chincha en la década de 1990, apoyado por los vendedores ambulantes. Y como pago por los votos emitidos a su favor el ex ministro de educación facilitó el incremento de los vendedores informales y así llenó las calles de Chincha, aduciendo que eran gentes pobres.

Los mercados de Chincha de ese modo se convirtieron en nidos de ladrones, y los vendedores hacían lo que quería a su regalada gana, porque contaban con el respaldo del alcalde. No había control de precios, de la calidad de los productos, ni de las balanzas. Cada ventero había aprendido expender kilos incompletos, de 750 a 850 gramos por kilogramo. Además colocaron toda su generación para seguir ocupando las calles. En el fondo hicieron dinero. Muchos tienen casas de 3 pisos, hijos profesionales y dinero a la mano, mejor que los profesionales. Decir que son gente pobre, es una burda mentira- Quienes son modestos vendedores son muy pocos, y que merecen atención, estudiando sus casos.

Casi a diario vemos a ciertos informales que tienen puestos, buscando el enfrentamiento con los policías municipales, que salen envalentonados por nuevos puestos, engañando no tener donde
vender, o quieren seguir en las calles como antes, cerrando las vías libres de paso peatonal, acostumbrados al negocio fácil. Esta actitud es condenable y nadie puede apoyar en su sano juicio.

Desde muchos años los informales fueron advertidos para que desocupen las calles. Se burlaron de las ordenanzas años tras años, convirtiendo a los mercados de Chincha en bomba de tiempo, hasta que hubo un incendio que destrozó más de una decena de puestos-

Los vendedores ambulantes compraron Milenium, Galerías Vega, el Mega Mercado y muchos lugares. Y los zamarros, sabiendo que la calle era una mina, se quedaron ocupando la vía púbica, llegando a vender sus puestos de Milenium y Vega o alquilando a otros.

Entonces, un grupo de malos “periodistas” al estilo de sendero, declaran la guerra abierta al alcalde Carranza, aprovechando la viveza de algunos vendedores ambulantes que tienen tiendas o puestos, atentado contra el pueblo de Chincha, pidiendo el levantamiento de los referidos vendedores, para que nuevamente ocupen las calles de la ciudad.

Se ha escuchado por estos medios contrarios al alcalde, adversos por concepto económico, hacer la campaña satánica contra César Carraza Falla, acusándolo de inhumano, impulsando como los senderistas la protesta y levantamiento de los vendedores ambulantes. Increíble Ya es tiempo que la fiscalía intervenga. Una cosa es la libertad de prensa, y otra es el libertinaje, y que se fomente la movilización del pueblo canalescamente, para buscar la desestabilización del gobierno municipal  y derrocamiento del alcalde, como represalia porque no les paga asignándoles una mensualidad.

NB: Los artículos publicados en la Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com
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