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Es un cliente moroso del Estado, pero goza de jugosos beneficios y privilegios

La Dirección de Transporte Terrestre del MTC renovó permiso al lucrativo negocio ferroviario de PeruRail por 5 años más en el último día de gobierno de Francisco Sagasti.

El millonario Rafael López Aliaga, alias Porky, gran accionista de Peru Rail sigue gozando del casi monopolio ferroviario a Machupicchu y la ruta del Sur gracias a los buenos oficios de Anita Bocanegra Bravo, alta funcionaria del MTC. El rico hombre de negocios de la extrema derecha peruana no paga impuestos, debe al fisco, tiene conflictos con la poblacion de Urubamba y tiene otros esqueltos en su armario personal.
El millonario Rafael López Aliaga, alias Porky, gran accionista de Peru Rail sigue gozando del casi monopolio ferroviario a Machupicchu y la ruta del Sur gracias a los buenos oficios de Anita Bocanegra Bravo, alta funcionaria del MTC. El rico hombre de negocios de la extrema derecha peruana no paga impuestos, debe al fisco, tiene conflictos con la poblacion de Urubamba y tiene otros esqueltos en su armario personal.

 

El 27 de julio, día en que la gestión de Francisco Sagasti llegaba a su fin, la Dirección de Servicios de Transporte Terrestre (DSTT), del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, resolvió renovar por cinco años el permiso de operaciones de PeruRail, empresa de la cual el excandidato presidencial Rafael López Aliaga es accionista. Así se lee en la resolución directoral n.º 3123-2021-MTC/17.02, obtenida por este medio a través de un pedido de información.

 

 

La decisión fue tomada por Anita Bocanegra Bravo, quien aún se mantiene como directora de la DSTT. La funcionaria dispuso renovar el permiso de PeruRail a partir del 21 de setiembre de 2021 hasta el 20 de setiembre de 2026, “a fin de que continúe prestando servicio de transporte ferroviario de pasajeros y mercancías en las vías férreas de los Ferrocarriles del sur y sur oriente”. Se trata de dos caminos: el primero recorre Arequipa, Puno y Cusco; y el segundo, Cusco hasta Machu Picchu.

 

Según la resolución, la directora basó su decisión en el informe n.º 0052-2021-MTC/17.09 de fecha 26 de julio de 2021, al cual también tuvo acceso esta redacción. En este, además de repasar la normativa vigente, se evaluó la solicitud y las copias simples de poder del representante legal y del contrato de acceso celebrado con el concesionario de las vías; así como el documento que acredita la legítima posesión del material tractivo o rodante que se va a utilizar.

   

También se revisaron las copias de los certificados de habilitación ferroviaria del material rodante, las licencias para conducir vehículos ferroviarios del personal encargado, las pólizas de seguro y la acreditación de un capital mínimo de 550 UIT.

 

Olvidaron, en la Dirección de Servicios de Transporte Terrestre, las constantes quejas y el existente malestar que tienen en Urubamba, Cusco, contra PeruRail e IncaRail. Incluso, en diciembre de 2020 hubo una huelga contra ambas empresas ferroviarias, en la que pobladores pedían, principalmente, que se reajusten las tarifas para el turista nacional.

 

De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, en su reporte mensual de conflictos sociales de setiembre de 2021, el problema entre los ciudadanos de Urubamba y las dos empresas ferroviarias está latente.

 

“Organizaciones sociales de Urubamba y Machupicchu demandan disminución de las tarifas para turistas nacionales y el incremento de frecuencias de trenes para los pobladores de los distritos de Ollantaytambo y Machupicchu”, reza el documento.

 

La República buscó a algún vocero del Ministerio de Transportes para consultarle la razón de haber renovado el permiso de operaciones de PeruRail en el último día de la anterior gestión presidencial. Pidieron un cuestionario y señalaron que lo resolverían a la brevedad, pero hasta la fecha no han respondido.

 

PeruRail obtuvo su permiso de operaciones en setiembre de 1999 y desde entonces le estuvieron renovando por un año hasta el 2006. Desde ese momento, la renovación fue cada cinco años.

 

Actualmente, solo las operadoras de trenes PeruRail e IncaRail pueden usar las únicas vías ferroviarias que llevan a Machu Picchu, las cuales fueron concesionadas por el Gobierno peruano a la empresa Ferrocarril Transandino S.A. (Fetransa).

 

Fetransa también tiene como accionista a López Aliaga, y posee la concesión de las vías de los Ferrocarriles del sur y sur oriente desde 1999. Inicialmente, el acuerdo fue por 30 años, pero debido a una adenda aumentaron cinco más; es decir, hasta 2034.


Sanciones a PeruRail

 

Según el portal de infracciones de Indecopi, la empresa PeruRail S.A. registra en los últimos años cuatro sanciones: dos por falta de idoneidad (una de ellas por haber trasladado pasajeros excediendo su capacidad); las otras dos, por no atender las quejas de los usuarios en su libro de reclamaciones.

 

 

Resolucion firmado por Anita Arlette Bocanegra Bravo

 

 

Fuente: La Republica

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