El alcalde provincial de Nasca, Jorge Bravo, presentó en 2020 dos solicitudes de concesión minera dentro de la Reserva Arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, según registros del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet).

Los petitorios, denominados Jhosep I y Jhosep II, buscaban derechos sobre 200 y 100 hectáreas, respectivamente, en los distritos El Ingenio y Vista Alegre. Ambos fueron rechazados por ubicarse íntegramente dentro del área intangible.

Aunque Bravo declaró recientemente que no posee concesiones mineras en Nasca ni en Ica, los documentos indican que intentó operar en la zona poco antes de ser electo alcalde por el partido Alianza para el Progreso. Actualmente mantiene concesiones en otras regiones como Arequipa, Ayacucho y Apurímac.

El Ministerio de Cultura retrocedió en la decisión de reducir en un 42% el área protegida, tras críticas por el posible impulso a actividades extractivas. La reserva, establecida en 1993 y delimitada en 2004, abarca más de 5.600 km² en Ica y Ayacucho.

Bravo figura como fundador de al menos cuatro empresas mineras, tres de las cuales registran deudas coactivas con la Sunat por más de dos millones de soles. También mantiene inscripciones suspendidas en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), tanto en Ica como en otras regiones.

Este individuo se lamenta que su provincia se encuentra estancada porque no hay inversiones en el territorio de la Reserva Arquelógica de las Líneas de Nasca y Palpa. El sujeto es empresario minero (legal e ilegal)  su objetivo era invadir el polígono intangible Patrimonio Nacional del Perú para explotar yacimientos mineros.

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