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Historia amarga de Condorillo Alto donde Navarro Grau invadió el distrito de Larán (Chincha)

El ricachon limeño, catalogado por sus acólitos como el alcalde de lujo, nacido en cuna de oro, ex Ministro de Educación, millonario y orador de fama, a quién no se les podía mirar de frente, convirtió al pueblo en su chacra.

Uno de los principales subditos de Navarro Grau era el alcalde de Laran, Justo Leiva Tello, un cholo chinchano que obedecia sin dudas ni murmuraciones al menor capricho del ricachon chinchano. (Fotomontaje)
Uno de los principales subditos de Navarro Grau era el alcalde de Laran, Justo Leiva Tello, un cholo chinchano que obedecia sin dudas ni murmuraciones al menor capricho del ricachon chinchano. (Fotomontaje)
 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista


La historia se repite, dice un dicho. Hace 32 años que el amo, señor y todo poderoso de Chincha, José Alberto Navarro Grau, entonces alcalde provincial, invadió el distrito de Alto Larán, con la confabulación de su súbdito Justo Leiva Tello (ver foto), alcalde de Larán.

Por ese tiempo, el magnate limeño, catalogado por sus acólitos como el alcalde de lujo, nacido en cuna de oro, ex Ministro de Educación, millonario, destacado político, y orador de fama, a quién no se les podía mirar de frente, convirtió al pueblo en su chacra. Es así que, con tantos galardones, Navarro Grau, considerado como un ser que tenía poder divino, hacía y deshacía en Chincha, a su regalada gana. Este personaje instauró en la municipalidad un gobierno autoritario, a todas luces, cuyas obras y sus medidas eran irrefutables, Para el cual “pepito” -como lo decían sus amigotes- se rodeó como asesor de periodistas corrompidos, que vivián en “amorío perfecto”, y que contaban con delincuentes que les cuidaban las espaldas, constituyendo a Chincha en un pequeño Estado. De modo, las resoluciones salían como volantes, dando gusto a sus seguidores políticos.

 

En aquella fecha, 1993, existía una pugna por el control de la Directiva de Condorillo Alto y vivía allí un secuaz de José Navarro Grau, trabajador del municipio, cuyas peticiones se resolvían al día. Cuñado de este personaje cerró el CEI 410, acogiendo la petición de 4 ciudadanos, engañados, olvidándose de la mayoría, Horas después salió una resolución, y después otras, en total salieron 7 resoluciones invadiendo el territorio del distrito de Alto Larán, con la finalidad de dar gusto al detractor y enemigo del distrito de Alto Larán. En este trajín jugó un papel determinante un sujeto de la prensa corrupta que asesoraba a “pepito” conocido como “4 dedos de furia”, que, por su ayuda a los invasores recibía carneros, pavos, sobornos y regalos. Con la protección del municipio navarrista los invasores, que vivían en la parte baja, levantaron la bandera de la intromisión cercenando el terreno del distrito de Alto Larán, apoderándose ilegalmente de más de 100 hectáreas de tierras que eran ajenos a Chincha Alta.

 

Años después continuó la traición, otros mercenarios anidados en un pseudo Comité Electrificación, levantaron el plano a su antojo; tal es así que cercenó un terreno de más de una hectárea que pertenecía al fundador Valentín del Río Castillón, en donde hoy se construye la Plaza de Armas. Después por venganza familiar, el auto titulado presidente del Comité de Electrificación, trazó calles, partiendo el terreno que ocupaba la señora Sofía Quispe, como nuera de Fulgencia Solano, poseedora del lote desde 1961. El terreno mutilado pertenece al distrito de Alto Larán. Resulta que el familiar del protagonista de la invasión pretendió desde años a derribar la plazuela con fines deportivos, usando al alcalde de Larán como espantapájaros, mostrándose como corderitos, trabajando a doble cachete. Larán y Chincha.

 

 

 

Para el colmo de los colmos en estos días la Municipalidad de Chincha mataron plantas y irrumpieron el pozo ciego, malograron conexiones de agua y desagüe de los niños del CEI 410, aduciendo hacer obras, cuando el distrito de Alto Larán hizo lo propio en la época del alcalde Alberto Magallanes Aburto, presuntamente a petición de un morador con la complicidad del eterno presidente de Condorillo Alto. Oswaldo Briceño. El alcalde del distrito de Alto Larán tiene el imperioso deber de defender los límites de su distrito. Omitimos los nombres por razones familiares.

 

Nota: En nuestro próximo comentario hablaremos sobre los límites de Alto Larán y la invasión.

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