Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Según se dio a conocer por los medios informativos el congresista Jhosept Pérez Mansilla ha sido el que mentó la madre al presidente de la República Martín Vizcarra, al término de la sesión del Congreso. Este hecho repudiable ha sido condenado por la prensa nacional.

Pérez Mansilla es representante de la región Ancash, por la agrupación política Alianza para El Progreso. La expresión dada por este personaje demuestra que el congresista no tiene educación, ni cultura. El lenguaje empleado es propio de sujetos que viven al margen de ley, siendo sicarios o delincuentes. Se presume que en su casa dicha palabra es de uso diario, y posiblemente dentro de su familia se tratan con esa palabra. En tiempos pasados lo dicho por Jhosept Pérez, era la ofensa máxima, y se revolvía, en época escolar, en la hora de la salida, que finalizaba, cuando se rompía los labios del hablante inculto.

Es una vergüenza para el Perú y el mundo que haya un congresista tan vulgar, que hace daño la imagen cultural de la Nación. Nos preguntamos, ¿sus padres les enseñaron ese lenguaje? El presidente Martín Vizcarra representa a todos los peruanos, de modo; todos nos hemos sido ofendidos, por este lenguaraz. Con este tipo de personaje el Congreso actual está peor que antes, que fue nido de analfabetos en gran porcentaje.

Si el pueblo ancashino no rechaza la expresión genital del congresista de Alianza para el Progreso, quiere decir que los electores de esa región tienen baja cultura y educación, compatible con la educación de su congresista, ejemplo execrable para los estudiantes.   

El Congreso de la República, tiene en sus manos, para sancionar severamente a este individuo que tiene el lenguaje lumpenesco e hediondo. De no hacerlo, estaría demostrando que todos o la mayoría de ellos forman parte de individuos de baja calidad moral y carente de educación hogareña. Que se sepa, en hogares educados, jamás se usa esa palabra. Entonces, las que emplean los términos degradantes y anticulturales son personas del callejón, de recursos pobres en materia de formación ciudadana, o son hijos de delincuentes, o viven en un sector donde prolifera los rateros.

El congresista ancashino carente de educación, lejos de agradecer el Presidente Vizcarra, porque gracias al mandatario de la Nación, que cerró al Congreso pasado, salió electo como representante de su Región o Departamento, recurrió al maltrato síquico del Presidente.  Las disculpas no tienen sentido en el presente caso, pues su grosería dañó a todos los peruanos.