La importancia de las religiones en la promoción de la paz será el tema central de la séptima edición del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, previsto para los días 14 y 15 de septiembre en Nur-Sultán, capital de Kazajistán, con la presencia del Papa Francisco.
El encuentro nació en 2003, a instancias del entonces presidente kazajo Nursultan Nazarbayev, como "respuesta directa al aumento de las tensiones religiosas y el extremismo tras los trágicos sucesos del 11 de septiembre en Estados Unidos", y también a raíz del encuentro de Asís de enero de 2002, convocado por Juan Pablo II, en el que las religiones participaron para comprometerse con la paz y contra el terrorismo. Esos años, explica a Vatican News Didar Temenov, director del Departamento de Cooperación Multilateral del Ministerio de Asuntos Exteriores de Kazajistán, fueron un momento importante, "para crear una oportunidad de que los líderes religiosos trabajen juntos para evitar que la religión se utilice para dividir a las personas, las comunidades y las naciones".
Francisco celebra una misa para los católicos de Kazajistán
Lo que fue el escenario de la Exposición Universal del 2017 ahora se convirtió en la explanada donde Francisco celebró misa para la comunidad católica de Kazajistán.
A la comunidad católica de Kazajistán les recordó unas palabras de Juan Pablo II. Les dijo que también deben conquistar día tras día la buena convivencia con sus vecinos no católicos o de otras etnias.
Aunque la naturaleza del viaje de Francisco a Kazajistán no era estrictamente pastoral, el pontífice consiguió sacar tiempo para celebrar misa junto a la minúscula comunidad católica que hay en este país. Los católicos constituyen solo el 0,01%, unas 100.000 personas.
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