Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

La barca de la cultura en Perú fuera de estar a punto de zozobrar especialmente este año, por todo el tiempo republicano los derechos culturales se han visto recortados o al menos el ciudadano del común no los ejerce en su plenitud.

Todos los sitios culturales cerrados por meses a causa de la pandemia mundial; apenas ahora las librerías comienzan a vender libros productos editoriales mediante domicilio o recojo en el local. En Machupicchu admiten 2,244 visitantes diarios; empero otros sectores continúan congelados como artes visuales, actividad cinematográfica y audiovisual, circo, danza, música, teatro, y ¿por qué no, la lectura?

Desde 1971 en la época del desparecido Instituto Nacional de Cultura, en este país se han realizado diversos esfuerzos   para la formulación de políticas culturales.  Desde el 2017 hasta la fecha el Ministerio de Cultura ha navegado como a la deriva, improvisando aquí y allá, o limitándose a cumplir las tareas rutinarias. Fugazmente se habían dictado los “Lineamientos de Política Cultural 2013-2016”, que, aunque le sirvieron de carta de navegación al recién creado Ministerio de Cultura, no pasaron de ser un rey de burlas.

Indudablemente en los diez años del Ministerio de Cultura, se han reprobado varias materias como el racismo, recientemente declarado como un problema público que sigue afligiendo a la comunidad indígena y afroperuana; la destrucción e invasión de sitios arqueológicos. Toda la comunidad cultural peruana sigue esperando la materialización de las ayudas anunciadas y la reanudación de su actividad que fuera del lucro personal que reciben por su noble labor, les alimenta su alma, el espíritu que redunda en creatividad.

Hace menos de un mes en el Perú en toda su historia, la cultura se orienta por una brújula como ha sido calificada la primera Política Nacional de Cultura del Perú, que concreta los derechos culturales, así:

El derecho a la identidad cultural,

El derecho a la educación y formación cultural,

El derecho a la información y a la comunicación,

El derecho al patrimonio cultural,

El derecho a las expresiones culturales y

El derecho a la creación y cooperación cultural.

Estos seis derechos lo que hacen es reconocer y consolidar al ciudadano como sujeto de derecho cultural, desde su heterogeneidad multiétnica y multicultural en un país provisto de vasto patrimonio cultural, un país pluricultural, un país multiétnico que alberga en sus 26 Regiones un incalculable número de manifestaciones culturales ancestrales contemporáneas, y de hoy.

El mañana de la cultura, verá entre otras la apertura del Museo Nacional, los 25 parques bicentenario que se construirán en todas las regiones y otras obras de ese tipo; el censo de pueblos indígenas, que ha impedido la ejecución de políticas públicas en su favor, el combate al tráfico ilícito de bienes culturales y la implementación de la Política Nacional de Cultura del Perú que, aunque puede ser sujeta a modificaciones, debe ser respetada y cumplida por los dos próximos gobiernos.

“Cada una de sus regiones tiene sus maravillas culturales que ofrecer, patrimonio material e inmaterial”, dijo el Ministro de Cultura.

@luforero4