Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Nos extraña el salto de algunos profesores de la universidad particular Inca Garcilaso de la Vega, que tiene filiales por todo el país. Anoche gritaba -a todo pulmón- ciertos catedráticos dándose ínfulas de ser abogados constitucionalistas egresados de dicha universidad, protestando airadamente contra la SUNEDU, por haber cerrado su casa de estudios.

A la luz de la verdad, la SUNEDU, conforme sus fundamentos, la referida casa superior de estudios no cumplió con los mínimos requisitos establecidos para su funcionamiento.

Los enardecido catedráticos similar a los ex congresistas, lo que defienden son sus frejoles, amparándose en el problema estudiantil. Pues, según vemos, la calidad educativa no les interesa.  Claro, los estudiantes son los más perjudicados, pero ellos  no pueden educarse al margen de la ley, es decir seguir estudiando rompiendo los parámetros que exige la ley sobre la calidad educativa.

Además, hace varios años, la prensa nacional denunció que el rector y altos directivos de tal universidad ganaban millones de soles mensuales. Ante este insólito caso nunca escuchamos la protesta de los catedráticos, ni mucho menos de los estudiantes, como saltan en la actualidad, demostrando complicidad. 

En Chincha dicha universidad construyó un moderno edificio, con lo que captó miles de estudiantes. Por lógica la calidad educativa deja mucho que hablar. Pues, es imposible que un catedrático de calidad y competencia profesional, enseñe en los filiales de la República, como es el caso de Chincha. Por sentido común, dudamos que dicha universidad y otras estén enseñando a la altura de las universidades que imparten enseñanza de calidad y competencia, a nivel mundial.

“Lo que sucede, es que cualquier ciudadano quiere tener un título profesional, y  como tal se matriculan y avanzan como pueda hasta obtener un título, pero que no respalda su capacidad profesional, por no haber recibido la debida formación, a manos de catedráticos calificados.”

Hace algunos años un ex alumno nuestro, que estuvo enseñando en una universidad particular de esta ciudad, tuvo que salir, por no aceptar aprobar a un estudiante que pocas veces había asistido a clases, que sus directivos obligaban que debe ser aprobado, porque de lo contrario perdía dinero. De otro lado sabemos que cualquier profesional egresado de una universidad, sin méritos, enseñaba en las universidades particulares.

Lo que se busca es que las universidades preparen futuros profesionales de calidad, para que desempeñen su profesión con garantía y responsabilidad. Nosotros hemos visto a determinados profesionales egresados de dichas universidades que no saben hacer ningún escrito, sino recurren a  plantillas existentes en la red. Es el colmo.

Las pataletas y llantos deben dejarse de lado. El Perú necesita la capacitación profesional acorde con la enseñanza mundial. Que el profesional egresado de una universidad peruana, puede validar su título en cualquier parte del mundo, y trabajar a la altura de los egresados de las universidades llamados de primera potencia, o países desarrollados.  

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