Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

La Educación peruana desde hace 40 años carece de una posición científica. La crisis actual comienza a gestarse cuando se echó por tierra la única Reforma Educativa, habida en el Perú, con diagnóstico real y exhaustivo.

Desde el Segundo Gobierno de Belaunde comenzó la tragedia, pauperizada, idiotizada e intoxicada por Alan García Pérez, Alberto Fujimori, y los siguientes gobiernos que no entendieron el problema de la educación. Tal es así que se trabajó en lo técnico pedagógico con ministros que no conocían el rol de la educación peruana, quienes recopilaron para el trabajo educativo, algo peor, a entornos sin preparación y de otras profesiones, los que fotocopiaron modelos extranjeros incompatibles o asfixiantes para nuestra realidad nacional, teniendo un cuadro de alto nivel profesional en el saber pedagógico.  


 

La política educativa de Alan García y Alberto Fujimori consistieron en creación de pedagógicos como chinganas, en cada esquina, donde hubo prohibición de desaprobar estudiantes, y reducción de los contenidos del saber, vía diseño curricular nacional, haciendo desaparecer asignaturas, eliminando cursos; paralelamente se comenzó con la domesticación de profesores asimilando y memorizando recetas dadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Todo esto llevó a la idiotización o cretinización de la educación peruana, lastre que vemos en la actualidad, y que estamos cosechando.

Hace unos 40 años la mayoría de los profesores eran egresados de una universidad y cuando trabajaban daban cátedras a los escolares. Vale decir se infundía calidad educativa y formación de valores. Posteriormente los salidos de los pedagógicos, sean particulares o nacionales, nunca alcanzaron el nivel educativo impartido por los profesores universitarios. Es que eran productos de la multiplicación de los pedagógicos, en que estaban prohibidos desaprobar a los futuros docentes. Lo peor donde se titulaban, al día, 200 o más profesores, construyendo aulas o comprando libros, encima teniendo una pobre formación. De modo, la mayoría no se interesó en estudiar ni hacer trabajos de investigación. Con el correr del tiempo vemos los resultados. La crisis de la educación peruana es atroz y regresiva. El culpable es el Estado que no tiene un horizonte educativo, por la práctica ancestral de copias, parches y remendones, pensando que el extranjero es superior.

En esto, Kuczynski terminó de frustrar la educación -aún más- llevándolo al holocausto pedagógico, introduciendo autoritariamente el aumento de horas de Educación Física y Educación por el Arte, cometiendo una verdadera estupidez y locura, avalado por un ministro de profesión economista, que posteriormente fue vocero de las potencias dañinas.

Pues bien, el fin educativo del Perú es la formación de un nuevo hombre, con una mentalidad renovada para llevar efecto el cambio de la Nación. La formación ciudadana es producto de la educación.

Si hoy vemos la multiplicación de idiotas, tarados y minusválidos mentales es por culpa del Estado, y no de los profesores, que siguen retaceando y parchando la doctrina educativa.


 

Se trata de un niño que estudiaba en Centro de Educación Inicial No. 410, de Cruz del Rosario, distrito de Alto Larán, provincia de Chincha. Allí la profesora María Sofía Quispe Rodríguez implantó un modelo educativo similar a la Reforma Educativa, tomando nota nuestra sugerencia, puntualizando la recomendación y mensaje personal del maestro Walter Peñaloza Ramella. Por su trabajo ella se salvó milagrosamente varias veces de ser sancionada por no regirse a la ruta de aprendizaje, que consiste en la formación de “retardados mentales”, porque los niños de inicial según la “ruta” deben solo jugar, pintar, contar, y no hacer tareas educativas”.

La profesora Quispe Rodríguez recogió la protesta del niño cuando monitoreaba a sus alumnos egresados. Es que en el CEI No. 410, los niños salían leyendo y escribiendo; sumando y restando, enseñanza que reclamaban los padres de Familia de ese sector.

Con la metodología y enfoque pedagógico de la Profesora Sofía Quispe los exalumnos de dicho plantel rural llegaron a ser profesionales en el campo médico, enfermería, ingeniería, abogacía y contabilidad, a pesar que nadie daba un centavo por dicho centro de educación inicial.  Tampoco hasta la fecha ningún exalumno tiene malas costumbres. La profesora, lamentablemente cesó, su metodología se quedó con ella. Después con la aplicación, a pie juntillas, de la ruta de aprendizaje, llamada ruta de embrutecimiento, la cuestión educativa sigue de mal en peor.

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