Los insumos para producir todas esas chucherias de pacotilla no tienen ningún control sanitario y son dañinos para la salud.

La moda mundial de la Noche de la Brujas o Hallowen llega tambien con su lote de productos quimicos altamente tóxicos. En este nuevo esparcimiento popular  la venta de máscaras, disfraces, calabazas y demás productos alusivos a la celebración de Halloween se ha inrementado. Sin embargo, muchos de estos productos son elaborados con insumos que representan un peligro para la salud.

Por esta razón, personal de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) incautó, entre setiembre y octubre, cerca de 3 mil coloridos juguetes que estaban listos para ser vendidos.

Las autoridades intervinieron gran cantidad de tiendas a nivel nacional  donde se expendían máscaras y pintura para el rostro, muchas de las cuales no contaban con el registro sanitario y, a simple vista, resultaban atractivas para los consumidores tanto por su precio módico como por sus colores llamativos.

Los inspectores también encontraron silbatos con forma de calavera que, en su interior, poseían pedacitos de plástico punzocortante.

El personal que realizó el operativo tomó como muestras algunas calabazas y colmillos de plástico para ser analizados. Alertaron que, por sus colores llamativos, fuerte olor y material de plástico reciclado son extremadamente nocivos para los niños y adultos.

Las autoridades dejaron constancia de la intervención a través de actas en las que indicaban el decomiso de estos peligrosos productos, que pueden causar problemas de alergias e irritaciones a la piel.

Además, Diresa - Huancavelica hace un llamado a los padres para que no compren golosinas sin registro sanitario o fecha de vencimiento.