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La PNP no perdona a nadie, o aflojas o recibes el mazazo de una papeleta onerosa

No todo es negro en un operativo policial. Hay honorables policías que cumplen con su deber honestamente al servicio de la ley y el orden, pero son contados con los dedos de la mano.

Regresando con la familia de un viaje a Lima por un asunto de chequeo mensual del médico, a la altura de de Bujama nos topamos con un operativo policial.
Regresando con la familia de un viaje a Lima por un asunto de chequeo mensual del médico, a la altura de de Bujama nos topamos con un operativo policial.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista


Ayer nos pasó un extraño caso cuando regresábamos de Lima a Chincha. Sería las 6.30 p.m. La PNP de tránsito nos paró en Bujama. De ida vimos varias intervenciones en la Panamericana. “Pase Ud”. nos dijeron de Ida. Cuando regresábamos en el control de San Bartolo, un custodio del orden nos hizo parar.

La de siempre: -“sus papeles”, fue la petición. Cuando vieron nuestra identidad puesta y pretendíamos sacar los documentos, la PNP que revisaba a todos los móviles, nos dijo: “pase no más Ud. señor”.

Seguimos la ruta. Más allá, en Bujama, en otro “operativo”, la PNP, nos pidió los documentos, miró por todos los lados, revisó minuciosamente los papeles. -¡Ha!, dijo, tienes una falta, tu movilidad es de gas, y aquí en la tarjeta dice gasolina. Nuestra razón no fue entendida. La autoridad policial, se cerró y llevó la tarjeta de propiedad, para aplicar la papeleta sancionadora. No entendíamos la acción, pues por motivo de salud, no salimos como años atrás.

Es entonces, fuimos a suplicar que nos dispensará por única vez, pues no sabíamos del detalle. Después de tanta invocación, -bueno, dijo el que estaba en el patrullero, te dejo a tu criterio, no entendí bien, de que se trataba la voluntad, en seguida saqué unos sencillos, les alcancé al PNP, que recibió con desagrado. -Son más de 15 soles, jefe, les respondí… y seguí la ruta.

Viajamos a Lima, luego de 3 años, por 3 motivos: Consulta médica; entrega de 4 libros a la Biblioteca Nacional; y, observar la antorcha de “Para Panamericanos”, en la Videna, y la participación multitudinaria de estudiantes y el entusiasmo del pueblo. Una cosa es ver en l TV, y otra es percibir directamente el suceso deportivo de gran magnitud.

Quien sea nos dirá que somos cómplices con la PNP, por haber aceptado dar el “pequeño aporte voluntario”. Llevada una enferma y el supuesto participante de la “coima” se trata de una persona de la tercera edad y enfermo, que asistía a Lima, a cumplir un acto excepcional, entonces me vi comprometido de darles un sencillo al PNP, que nos detuvo. Ojo. La camioneta llevaba la identidad de Prensa, y este periodista se cubría con la chaqueta de periodista: Huachos.com, tanto por el lado frontal como por la espalda. De modo que la PNP sabía que éramos periodistas, íbamos en la camioneta 4 personas, además del chofer.

En la carretera comentábamos lo sucedido. La PNP no perdona a nadie. Y, el viaje nos sirvió claramente, para distinguir entre un mal policía que no le interesa nada con tal de llenar el buche, mientras –también- hay honorables policías que cumplen con su deber honestamente al servicio del Perú. Pero debemos decir, ¿cómo puede haber un policía con el corazón duro para recoger la plata de los choferes?, tal vez está juntando plata para el jefe, porque la operación es pura “ñanga”, porque al final, la corrupción sigue. Qué periodista, ni periodista, se va al diablo, cuando la corrupción es desde el más alto nivel. Los subalternos, según sabemos cumplen órdenes. Recoge dinero para el jefe.

La verdad somos seres humanos, jefe de familia, con hijos. No quisimos hacer el daño, fotografiándolos, y tomando la placa der la movilidad, y pidiendo los nombres de los policías infractores. Por ese momento, dejamos de ser periodistas, pensamos en la cuestión humana, tal vez un familiar sea un policía algún día. No somos partidarios de escándalos, y por el hecho de ser periodistas, no podemos convertirnos en severos jueces para exacerbar nuestros ánimos, y con aires de triunfalismo, jugar con el ego de muchas personas, y destejar el dolor ajeno.

La PNP del Perú tiene la palabra. La moralización en el Perú está en el inicio. La corrupción sigue en todos los sectores. La falta de valores, corroe a muchas personas que cumplen una función pública. Poco a poco tiene que limpiarse, la podredumbre.

NB: Los artículos publicados en la Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com 

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