Por: Eucadio Gutiérrez Solano

Lo que jamás se esperaba, la presidenta del Congreso del Perú María del Carmen Alva Prieto, “orinó”, cual una mascota, en el día del Bicentenario de la Independencia Nacional, al presidente Francisco Sagasti, al no recibir la Banda Presidencial, donde el mandatario nacional -con toda humildad- se presentó al Congreso de la República, para entregar directamente a la congresista de Acción Popular, que representa al Poder Legislativo. 

Este siniestro suceso antipatriótico y venal ha sido condenado a nivel mundial, y ha causado el repudio del pueblo peruano.

El comportamiento falaz e inculta de la presidente del Congreso María del Carmen Alva, de las filas de Acción Popular, es la evidencia de un Poder Legislativo peor que las anteriores, que es nido de incapaces, resentidos sociales, vengadores, chaveteros, y de toda una lacra, con honrosas excepciones. El acto bellaco no tiene justificación alguna. Ni siquiera en pueblos muy humildes y alejados se comete tal barbaridad. Esta señora carece de valores y sentido de nacional. Es cabeza hueca como muchos personajes de la farándula. Lo más triste es que sea sobrina del Ilustre Javier Alva Orlandini.

Este comportamiento de ignorante no es raro, pues Víctor Andrés Belaunde, Barnechea, y otros lastres de Acción Popular, convivieron con la corrupción y actuaron perversamente. Durante la campaña electoral atacaron vilmente al actual presidente de la República Pedro Castillo Terrenos, hombre que perteneciente a la sangre campesina, heredero de la raza Tahuantinsuyana. Alva ni siquiera siguió los pasos del último de dirigente noble como Valentín Paniagua.

Haga clic..

Lamentablemente tenemos un Congreso más, sumado a los 2 anteriores, integrado por gente ignorante, incapaz y rémora de los últimos tiempos. La vergüenza mundial. Estos personajes, llamados congresistas, no tienen capacidad intelectual, menos valores morales. Lo que nos espera, el futuro, es que el hemiciclo sea pelea de salvajes. De todos modos, hay excepciones. Éstos llegaron con hambre de destruir el Perú, vacar al Presidente, y repartirse el Perú, buscando el retorno completo de la corrupción.

Este es el segundo desaire que recibe el expresidente Francisco Sagasti de simpatizantes de la excandidata presidencial Keiko Fujimori.