Es el turno de trabajar con las piñas.
Luego con las naranjas, sin pepas y de Huando.
La maduración tiene que ser en un lugar seguro para evitar sorpresas de los amigos de lo ajeno.

HUACHOS - Es imposible festejar y apadrinar una fiesta patronal dedicado a los santos patrones San Cristóbal y Virgen de la Natividad sin la tradicional mistela huachina.

La fabricación de esta bebida espirituosa, se hace de manera colectiva y financiado por la Mayordomía de turno, está hecho a base de buen pisco, frutas, canela y otros ingredientes celosamente mantenidos en secreto.

Vale aclarar que la receta de la mistela se transmite de generación en generación de padre a hijo y de la boca a la oreja.

Es parte de la tradición del pueblo de Huachos desde tiempos inmemoriales. Tiene que hacerse obligatoriamente con anticipación para que la fermentación se realice según las reglas del arte. En realidad es como una especie de aperitivo, bien azucarado, con sabor a frutas y con el sabor inigualable del pisco.

Se toma principalmente en la madrugada, antes del desayuno, con las primeros camaretazos, al son de los huaynitos de la banda de  músicos, en la puerta de la iglesia o en las esquinas de la plaza. Otras bebidas de madrugada son el ponche de maní y ajonjolí, el batido, la caspiroleta y CORTAR LA MAÑANA con un "huascazo" de trago.

Esta bebida es brindado gentilmente por la mayordomía a todos los presentes, sin excepción, durante toda la semana que dura la festividad patronal de Huachos del 07 al 13 de setiembre de todos los años.

¡Salucito pues compadrito!