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Las socias de la ollita común La Guadalupe de Chincha no se quedan con los brazos cruzados

Para mejorar el servicio alimentario de sus comensales crearon su propio biohuerto para cumplir con las exigentes recetas que se necesita para cocinar los potajes chinchanos.

En Chincha ser vulnerable economicamente no significa comer mal o lo que sea, en Chincha se come rico aunque sea gratis. Todos saben que el Midis no entrega lo necesario para las ollas comunes asi que las cocineras se la agencian para completar lo que falta, las cosechas del biohuerto son una buena solucion.
En Chincha ser vulnerable economicamente no significa comer mal o lo que sea, en Chincha se come rico aunque sea gratis. Todos saben que el Midis no entrega lo necesario para las ollas comunes asi que las cocineras se la agencian para completar lo que falta, las cosechas del biohuerto son una buena solucion.

 

CHINCHA ALTA | Las socias de la ollita común Virgen de Guadalupe de Chincha cosechan diversos productos agrícolas en el biohuerto que día a día labran y en cuyo espacio siembran los alimentos que complementan la canasta que reciben de Qali Warma mediante el gobierno local.
 

Gracias a la generosidad de una de las socias de la ollita estas madres cuentan con el terreno en el que han aprendido a trabajar la tierra, sembrar y cosechar saludables frutas y vegetales que utilizan para preparar deliciosos potajes propios de la zona como el “manchapecho chinchano” que beneficia a 75 personas vulnerables.

 

 


La yuca sancochada que acompaña esta receta también fue extraída del biohuerto por estas dedicadas socias.

 


 

 

“Hoy hemos preparado nuestro plato típico que no consumíamos desde la pandemia. Con el apoyo que recibimos del Midis y el biohuerto, que nos permite cosechar vegetales y frutas con las que hacemos marcianos para la venta, nos sentimos más aliviadas para la alimentación”, menciona orgullosa Rosa Yataco, socia de la olla común Virgen de Guadalupe.  
 

La satisfacción de trabajar por los demás y dedicar tiempo a sembrar, cosechar, preparar los alimentos, es motivo de alegría para las socias de la olla, así nos lo hace saber Rosa Yataco.


 

 

 

“Me siento muy contenta que nuestra olla común esté dando el ejemplo a otras ollas comunes. Estoy muy agradecida con el Midis, nos ayuda bastante. Nos da mes a mes el arroz, el aceite, las conservas de atún. Unidas podemos salir adelante.”
 

Las sonrisas y las palabras de gratitud de los beneficiarios son la máxima retribución que reciben estas valerosas madres que, a base de esfuerzo sacan adelante el biohuerto y la ollita común. Hoy reafirman su compromiso para seguir trabajando por los más vulnerables de Chincha.

 

Como es en otros pueblos....

 

 

 

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