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Los "comunicadores sociales" carroñeros de la municipalidad de Chincha

La ambivalencia de los buitres del periodismo está muy mal, están mejor los vendedores ambulantes de la ciudad de Chincha Alta.

Casi todos los “llamados comunicadores” viven de los diezmos que les dan los alcaldes de la provincia, “sueldo” que desembolsan los municipios para dar de comer a los “comunicadores sociales”.
Casi todos los “llamados comunicadores” viven de los diezmos que les dan los alcaldes de la provincia, “sueldo” que desembolsan los municipios para dar de comer a los “comunicadores sociales”.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

 


Se ha llegado al colmo de los colmos donde no hay principios ni ética periodística. Un sector grande del periodismo chinchano se ha dedicado a la extorsión, mercadeo, adulonería y sicariato periodístico. La pelea es por el dinero.

Casi todos los “llamados comunicadores” viven de los diezmos que les dan los alcaldes de la provincia, “sueldo” que desembolsan los municipios para dar de comer a los “comunicadores sociales”.

 

“De eso viven” quienes se llaman “periodistas”, y los que habitan las bancas de la plaza de Armas, y cada fin de mes van a las ventanillas de los municipios por sus “haberes”.

 


Si hay algún alcalde que no les da, palos, sin compasión, contra él. Eso sucedió con el ex alcalde César Carranza Falla. Cierto sector de la prensa fue excluido de pagos a los buitres y chantajistas. Entonces, Carranza recibió todo tipo de ataques denigrantes. Hasta el último día de su función como alcalde fue vituperado.

César Carranza Falla a la luz de la verdad, ha sido el mejor alcalde los último 30 años. Eso nadie lo puede negar. Sus obras están a la vista. Una de las obras que ningún alcalde atrevió hacerlo, fue el reordenamiento de los vendedores ambulantes, que era una pesadilla en Chincha.

El alcalde de entonces, Carranza tubo los pantalones bien puestos, y sacó los ambulantes dejando libre los perímetros de los mercados y operativo el uso de las calles, que antes era un dolor de cabeza para el paso de los peatones y circulación vehicular. Navarro Grau estuvo 20 años y no hizo nada. Su antecesor Lucio Juárez Ochoa, lo de menos, porque les temblaban las piernas para el propósito de liberar a Chincha.

Por esta magnífica decisión fue atacada por la prensa marginada, tratándolo al alcalde Carranza como un miserable inhumano. Todos los días sacaban imágenes la actuación de los policías municipales que ponía orden, trucando fotografías, como si ellos golpeaban a los humildes comerciantes venidos del campo. Lanzando a todo pulmón su crítica venal, incentivando el retorno de los vendedores ambulantes. Para los extorsionadores estaba mal la salida de los vendedores ambulantes.

Entra al sillón municipal Armando Huamán Tasayco. Esa “prensa” que fustigaba a Carranza y pedía el retorno de los vendedores ambulantes porque estaba bien; mientras que su desalojo estaba mal; ahora que, unos 10 por ciento de los comerciantes informales han retornado, desde días antes que Armando Huamán asuma el cargo, el ataque de los carroñeros, exigiendo que se les pague para que se callen, es atroz, condenando a todo pulmón y expeliendo bilis el “retorno de los vendedores ambulantes”, lo que antes ellos pedían que retome a  sus puestos, para desestabilizar el gobierno municipal de Carranza, condenan el hecho de ocupar las calles.


 

En la actualidad han cambiado de estrategia, siendo el objetivo el mismo: “desestabilizar la gestión municipal”, sembrar caos, y pedir la vacancia del alcalde Huamán.

 


Nadie en su sano juicio está de acuerdo que los vendedores ambulantes ocupen las calles, teniendo lugares donde vender. El ejemplo claro, es el megamercado, que el más de 90 por ciento se encuentra abandonado. Entonces, el propósito de los periodistas sicarios mentales está claro, destruir la administración de Armando Huamán, que solo tiene 30 días en la alcaldía.

Armando Huamán Tasayco ha ofrecido que después de los 90 días, todos los vendedores deben salir. Han pasado 30 días, faltan 60 días. Entonces esperemos. Poner zancadillas y difamarlo es no tener conciencia, o tener rencor y odio por no darles plata, porque lo que piden los malos periodistas es la plata. Hemos visto a los malos comunicadores peleándose, en la plaza de armas de Chincha, con un edil (Larán) por no haberlo dado 3 mil soles. Otros querían 4 mil soles como el caso que le sucedió al alcalde de Chavín.

NB: Los artículos publicados en la Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

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