Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Ana Sottecani Altamirano, ex alcaldesa del distrito de Alto Larán, con deseos de perpetuarse en el cago, no vio la mejor manera de captar votos, destruyendo criminalmente el patrimonio cultural de Chincha, fundando un centro poblado, en el corazón de la ex hacienda Colonial de Alto Larán, imagen y semejanza de San José.

Tal es el caso de la fobia a la Cultura, y su burda ignorancia, pues Ana Sottecani organizó la destrucción de la Iglesia Colonial, donde estaban los cepos, lugar de castigo de los negros, único en Chincha. Además, esta ciega, que clamada ser ex alumna del colegio Ciro Alegría, permitió la destrucción de los caminos de los comerciantes Chinchas, el que se dirigía a Huamampali, la otra que llegaba a Larán y la que se comunicaba con La Centinela. La falta de conocimientos es fatal para un pueblo.

Además, la inepta en el campo de la cultura permitió la destrucción de la “Huaca Tassara”, en el sector Magdalena, y de los petroglifos de Huancor. Y, permitió que se borren los frisos de la Huaca Ramos. Increíble, pero cierto. Nunca hizo algo por la cultura, dejando en el camino inicial el reconocimiento de los petroglifos de Huancor, como patrimonio de la nación.

Lo más triste es saber que el actual alcalde estaría continuando con la burrada de su antecesora que durante 8 años, se olvidó del turismo y de la cultura. Es hora de que el pueblo alto larino haga algo, y sobre todo el profesor Justo Leiva Tello, de la especialidad de historia y ex alcalde, lleve a sus alumnos y explique la dolorosa situación en que se encuentra el monumento cultural de Alto Larán, cuyos restos están tirados por los suelos. Y, así rescatar, algo.

Nosotros hace muchos años, unos 60 años, vimos que la Iglesia Colonial de Alto Larán estaba funcionando. Con el correr de los años fue desmantelado. Incluso la casa haciendo donde se hallan los subterráneos dan pena. Cientos de años de trabajo ahora pasan a ser un desastre, donde los seres humanos son los peores destructores de su pasado.

Todo el complejo estaba para convertirse en el primer filón turístico de Chincha. Pero los animales humanos buscaron su destrucción, echando por tierra su valor histórico. Nos preguntamos, ¿dónde estuvo el llamado historiador?, padre de ingenuos, conocido como Santiago Perona que andaba dando charlas y estaba en el llamado museo regional de Chincha, un ambiente improvisado e inadecuado, en un rincón de la Biblioteca Municipal.

El alcalde de Alto Larán tiene que convocar al pueblo y a los intelectuales del lugar y de la provincia, para tomar decisiones, por que de lo contrario será responsable de la desaparición de unos de los lugres más turístico de Chincha, en estado de abandono y depredación. Toda la gente que allí están debe ser desalojados, tras responder por la desaparición de los cepos. No sé que cabeza tenía Ana Sottecani y sus regidores para cometer el sacrilegio con el Patrimonio Cultural de Chincha. La ignorancia es bárbara.
 
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