Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

El gobierno, fiscales, jueces y la prensa corrupta serían los protectores de los delincuentes, que tienen en zozobra al Perú. Todos los días se ven crímenes, asaltos, violaciones, ataques; vale decir los maleantes tienen el control de los ciudadanos.

Roban y matan a quienes quieren y cuando desean, a cualquier hora del día, incluso en el centro de la ciudad, y a pocas puertas de una Comisaría policial. Y, lo peor, cundo son capturados y sufren muerte, inmediatamente la policía queda detenida, hasta encarcelado. En otras palabras, los delincuentes pareciera que gozasen del respaldo gubernamental y de los poderes del Estado, porque no hacen nada para frenar el incremento alarmante de los criminales, convirtiéndose en cómplices.

Lo extraño es que los policías cuando usan sus armas en defensa del pueblo son encarcelados, perseguidos y hasta amenazados. Razón por la cual, el pueblo no puede usar sus armas ni defenderse. Si lo hace es detenido y encarcelado.  ¿Qué está pasando en el Perú? ¿Los ladrones pueden hurtar y matar libremente?

Lo que más llama la atención es que cientos de delincuentes son detenidos por la policía, y cuando pasan a la fiscalía y al poder judicial, a poco tiempo son liberados, haciendo trizas a la ley, buscando absurdos pretextos. Y nuevamente la PNP los detienen, y sigue el círculo vicioso.

Lo que nos hace colegir que existen malos jueces y fiscales, que a pesar de ganar altas remuneraciones no protegen al pueblo, sino a los criminales, supuestamente previo pago de prebendas.  Estos casos reprobables casi todos los días se denuncia en un programa policial (Código 7) que se trasmite a las 7 de la noche en el Canal 7 del Estado, 777.   

Con los continuos robos y asesinatos muchas personas y pequeñas empresas han quedado al borde del colapso, endeudados y atados. Esta mañana se supo que una pequeña barbería, en Lima, había sido asaltado 3 veces, en 15 días, quedando el propietario en la miseria y endeudado, no sabiendo cómo pagar al banco. También se llegó a saber que un joven estudiante había sido asesinado por los delincuentes para robarle un celular.  Lo que demuestra que los rateros, más que los terrucos, tienen el control absoluto del Perú, que se ha convertido en tierra de los delincuentes, como decía Nicolás Lúcar, en Exitosa, “una sociedad de delincuentes”.

En la época de los terroristas no hubo tanta zozobra, psicosis y miedo, como ahora; puesto que, en la actualidad, nadie quiere salir por las noches, por tenor de ser víctimas de los delincuentes. Hasta los alumnos tienen que caminar acompañados de sus padres o amigos.

Ante el incremento geométrico de los criminales y rateros en fácil actuar. Lo que pasa nadie se atreve poner fin a la criminalidad.  La reducción de los criminales está en manos del gobierno, con 2 cosas muy simples: a) Sancionar a los fiscales y jueces que prevarican favoreciendo a los delincuentes. b) Modificando el código penal en el sentido de defender a los policías y ciudadanos que actúan en defensa de sus vidas, enseres y la población.

En la actualidad los policías y los pobladores están atados. Mientras no haya una ley severa, los delincuentes seguirán burlándose del gobierno, porque cuentan según parece, con el aval de los fiscales y jueces sinvergüenzas.

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