En el "marco solmene" del defile militar por las fiestas patrias, PPK en un va y viene con Luz Salgado otra "dicharrachera".
 

PPK luego de ser un personaje pintoresco, según sus intervenciones posteriores parece ser un Presidente populacho y de chismes. No está actuando como un dignatario de la Nación. Sus dichos, entredichos y contradicciones saltan a la vista a cada rato. Lo mismo sucede con sus Ministros que parece ser una coladera de chismes. Un Ministro debe demostrar consistencia, coherencia y seriedad en sus expresiones.

¿Cómo es posible que el Premier luego der acusar a la ex primera Dama de “despachar como Ministra de Economía”, ahora dice que no tiene pruebas, sino que sospecha? Increíble.

También se viene adelantado juicio “sobre un escuadrón de la muerte”, negado rotundamente, por los acusados.  ¿Qué está pasando en el gobierno de PPK, acaso se trata de un gobierno de un callejón y de lugares donde viven personas de mal vivir, en el que predomina los chismes?

Encima tenemos a periodistas de alcantarilla, que quieren convertirse en investigadores, cuando carecen de neuronas. Pobre Perú, donde la mediocridad y la corrupción en los últimos tiempos se ha viralizado. Se ha multiplicado atrozmente sobrepasando los límites de microbiología.  

De la misma forma el Congreso de la República pareciera un nido lleno de parásitos hambrientos, con ganas de tragar a quién sean sus enemigos, con el cuento de investigación.

Si hablamos de investigación, deben investigarse entre ellos, porque según las denuncias que sabemos hay congresistas narcos, con antecedentes y procesos judiciales, con hojas de vida falseadas, y tantas irregularidades. Y hay uno de Huancavelica, que es fabricante de pantalones y negociante de de bienes raices que afirma que desde que entró al Congreso sus ganancias se van recapitalizando año tras año. 

Hace más de 50 años  que no hemos visto un gobierno folclórico y de chismes, un congreso patológico lleno de cretinos, un Concejo de Ministros a pocos días de tener el apoyo, ha dedicado su tiempo a predicar banalidades. Lamentamos lo que viene ocurriendo. Toda regla tiene una excepción desde luego. Callar es ser cómplice. Es hora decir la verdad a tiempo.