Por: Eucadio Gutiérrez Solano

La prensa en los últimos tiempos se ha convertido en veneno mortal de la mente de los peruanos. Maneja la conciencia de miles y miles de fanáticos, haciendo creer que los monstruos y fantasmas existen y viven.

Se trata del deporte peruano que, como fabricó la prensa que manipula el discurrir de millones de fanáticos que no ven la realidad. Para ellos el futbol peruano es su comida y razón de ser. No hay otra cosa más allá. Incluso muchos vendieron sus propiedades e hipotecaron sus bienes, para viajar a Rusia, porque el Perú, según su creencia que, llegó al Mundial, por suerte, contaba con jugadores estrellas que iban a lucirse en Rusia. Falso de toda falsead.

Esa novela fue creada por la prensa peruana, como el diario La República que, en una de sus ediciones, llenó sus páginas de alabanzas y vítores a los jugadores de la selección peruana, tildándolos de extraordinarios deportistas que, en cuyos “zapatos”, estaban hacer realidad los sueños del Perú, en convertirse en potencia mundial, igual que Brasil y Argentina, hasta podía ser campeón mundial. Un sueño, fabricado, pero sueño.

Tamaña barbaridad. Esa prensa que tapó las cochinadas de los jugadores del Perú, que venía del extranjero -con dólares- para emborracharse, y encerrarse con estrellas. Por causa extrañas el poder judicial, la periodista Magaly Medina que denunció la corrupción, que había en el deporte, fue sentenciada. Parece, hasta el Poder Judicial, estaba metido en el cuento. Se habló mucho que -ciertos jugadores- venían con dólares para repartir a los periodistas para que les fabriquen la fama y así ganar mucho dinero. Se supo, por la boca de algunos excepcionales periodistas, que difundieron las encerronas y borracheras, que se pegaban algunos malos jugadores. Se trataba de la virtud de la selección peruana, dirigido por el argentino Ricardo Gareca, un supuesto “mago” que, convertiría -con acierto y mano divina, la selección peruana en uno de los mejores del mundo. Ha pasado muchos años, el futbol peruano adolece peores males que antaño. “El mago”, sigue sentando mirando con rabia, que sus dirigidos hagan milagro.

Ricardo Gareca, en los años que está dirigiendo la selección peruana no vemos ninguna novedad ni avance para el cambio del futbol peruano. Acaso, como piensan la mayoría, hay que aplaudir a Gareca, por el desempeño de la selección peruana, que va de más a menos, y su pobre actuación que, sudando y con mucho miedo, ganó a la selección venezolana que jugó más del medio tiempo con 10 jugadores, y tenía arrinconada a los jugadores peruanos “estrellas”. ¿Cuándo nos daremos cuenta de la realidad?

El Perú lejos de ofrecen una nueva generación de jóvenes deportistas, aplaude sueños.  Los malos dirigentes y la prensa, recorriendo el mundo en busca de un milagro, se topó con un tal Lapadula, italiano, nacionalizado en un abrir y cerrar los ojos. La prensa lo convirtió en estrella, al cómico, difundiendo hasta lo que come y se asea. Triste papel de los periodistas deportivos, causante del desastre del deporte peruano. La pérdida del Perú con Brasil, estaba cantada desde antes. La realidad del deporte brasileño es diferente. Es una potencia mundial en futbol. Pero la gente ingenua no analítica, cree en fantasmas y las rarezas del deporte, y ganar a Brasil u otra potencia, con causas extrañas de futbol que, muchas veces, en el último segundo se hace gol, y se gaba. Se trata de la suerte, se dice.

El deporte peruano necesita de cambios. Los dirigentes que sueñan en misterios no sirven. Deben ser desaforados. Y, Ricardo Gareca que a su sitio a descansar. La selección peruana de fútbol, está tan igual, o peor, que antes. Basta ya de afligidos fanáticos y creyentes de mitos. Es hora de ver la realidad. La prensa fabricó el sueño hecho realidad de muchos. Una verdadera falacia que atormenta la mente de seguidores enceguecidos. Despierta, Perú.