Por: Eucadio Gutiérrez Solano

Como en la época de la colonia, donde discurrió una manera perversa de vivir, consolidado en 200 años de vida republicana, los sátrapas asistentes de los mercenarios y criminales de los españoles cometieron asesinatos, abusos y atropellos.

Hoy remontando la colonización mental de aquellos tiempos, en que el pueblo no tenía derecho a protestar y reclamar, una trabajadora de Electro Dunas responde, al usuario Leonardo Gutiérrez -envalentonada enceguecida y macabra: “quéjese donde quiera”, como si tuviera poder omnímodo y que su empresa abusiva e inhumana, fuese un organismo indeleble, que goza de sobreprotección empresarial.

La falaz expresión de una señorita o señora: “quéjese donde quieras” demuestra que, a esta empresa de luz, no les interesa, en absoluto, el reclamo y clamor de los usuarios. El comportamiento condenable, de las 2 féminas, consultadas demuestran, en todo caso, que ellas -posiblemente- están gestando o tienen problemas de menopausia. Sus respuestas carentes de trato humano, pareciera ser el libreto acuñado por Electro Dunas, orientado a ahuyentar y reprimir a quienes reclaman. Este insólito suceso no es novedad. Las quejas por mal comportamiento de los empleados son frecuentes.

El presente caso, se inició la noche del 27 del presente mes, en que se cortó intempestivamente la luz en nuestro domicilio, Condorillo Alto, como sucede siempre. A eso de las 6 a.m. del día 28 llamamos al Teléf. O56-581660, NIS No. 301033711. Después de una decena de llamadas, nos responde la encarga de recibir las peticiones. Cerca a las 10 a.m., se presenta 2 servidores para ver lo sucedido, se entiende. Los 2 personaje venidos en una Camioneta, luego de manipular los cables de luz, cortaron el cable de energía, porque -dijeron- el cordón está atravesando sobre una casa y que el medidor ha sido manipulado.

Es decir, los 2 furiosos y “cumplidores” personajes, sin entender las razones ni las súplicas, zas cortaron la luz, en vez de solucionar la falta de energía eléctrica, tras burlarse de nuestro reclamo con evidente falta de cortesía, y rechazando nuestra identidad como contribuyente de Huachos.com, se marcharon, haciendo caso omiso a la señora Luz Magallanes, que también tenía el mismo problema. Quienes reclamamos la falta de luz, como usuario, jamás hemos dejado de pagar, aunque durante la pandemia los recibos eran exagerados.

En el transcurso del día 28, esperamos el retorno de los personajes que cortaron el cable de luz para restablecer la falta de energía. Nunca volvieron.  El día 29, en horas de la mañana recibimos una gentil llamada de la servidora Sofía, de Electro Dunas, de la oficina de Chincha. El mismo día pagamos a la empresa con el objeto que la luz sea restaurada. Hasta hoy día 30, 4 días, al momento de redactar esta información, la falta de luz no ha sido solucionada.

Debemos precisar, el inquilino José Pegazo, otro de los agraviados, se presentó a la oficina de Chincha, donde tampoco le hicieron caso, sentando su clamor en el libro de reclamos.

Este lamentable suceso es criminal, por atentar contra la vida de 2 ancianos, que tienen problemas de salud y pérdida de visión, por lo que requieren -de manera urgente- el servicio de energía eléctrica. Además, se ha atentado contra la educación digital de unos 5 estudiantes, como de la vida y salud de unas 10 familias, que se beneficiaban con por el mismo cable de conducción eléctrica.

Esta empresa abusiva, pareciera que tuviera mucho poder, fue la misma que instaló la luz, y estuvo así funcionando hace unos 10 años. De modo, el corte significa abuso de derecho, y violación del debido proceso. La empresa debió comunicar con anticipación el corte de luz, o resolver el caso el mismo día.  En Condorillo Alto, los apagones son frecuentes, y las oscilaciones de la corriente eléctrica son múltiples, por este hecho se han malogrado muchos artefactos eléctricos como refrigeradoras, minicomponentes, radios, tvs. etc que, Electro Dunas, no ha subsanado.