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Racionalización - Crónica de un funcionario viajero

Quería conocer otros lugares, explorar otros mundos, pero las indicaciones eran precisas, monitorear el proceso de racionalización.

Colegio Mixto Gabriel Moreno - Canta
 

Por: Ferrer Maizondo Saldaña - Doctor en Educación

Quería conocer otros lugares, explorar otros mundos,  pero las indicaciones eran precisas, monitorear el proceso de racionalización. Razón por la que  retornaba, después de trece años, casi obligado,   a una de las provincias de  Lima.

Por la carretera que bordea el Río Chillón, llegó a Canta. Zona andina, rodeada de inmensas montañas y campiña multicolor. Clima templado. Sol todo el año. Casas a dos aguas, calles serpenteantes  y antiguos balcones.

El chofer que conducía la  camioneta  enfrentaba curvas y abismos con sagacidad y, para escapar del silencio y el aburrimiento, encendió su radio/MP3, cuyos parlantes convirtieron la cabina en un escenario melódico de  huaynos alegres y nostálgicos, en español o en quechua. El  recorrido fue acompañado con la  internacional Valicha;  el nostálgico Ojos azules; Flor de Retama celebrado por  Martina Portocarrero; el infaltable Adiós pueblo de Ayacucho; el festivo y alegre Mambo de Machahuay; Mi propuesta (Amor, Amor) en la voz de los hermanos Gaitán Castro; el  popular Pío Pío,  interpretado por el Eusebio "Chato" Grados;  Profesorita, entonada por Los Campesinos; Qué lindos son tus ojos de Dina Paucar; la muliza Dile, en la dulce voz de Amanda Portales; cerrando el repertorio,  al terminar la cuesta, el conocido huayno boliviano Poco a poco.

En el camino tuvo tiempo para disfrutar de tamales y humitas en el pueblo de Yangas. Volvió a deslumbrarse  con las cascadas y caída  de agua. En Yaso tomó fotos a los balcones de las casonas. Preguntó por su amigo Félix Huamán Cabrera, natural de Pariamarca, tierra de gorriones, cuyos poemas nacieron y crecieron  “entre el cantar de la lluvia y el zureo de las torcazas”.

No encontró muchos cambios, más allá de cemento y calamina. Se presentó a la Dirección de la  Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL 12) Canta, comunicando que tenía la misión de observar el desarrollo del proceso de racionalización de plazas del personal  docente y administrativos  en las instituciones educativas.

Mientras daban a tropezones la bienvenida al funcionario del Ministerio de Educación, una correntada de nerviosismo y apuros  envolvió a directivos, especialistas  y secretarias. Convocados de “urgencia”, casi corriendo, llegaron los  directores de instituciones educativas de la localidad, a quienes en reunión conjunta con los servidores  de la UGEL 12, el funcionario detalló las razones de su visita, explicando que la racionalización es un proceso permanente, obligatorio y prioritario para el Sector Educación, orientado a identificar excedencias y necesidades de plazas. Elevando la voz, enfatizó que se trataba de garantizar la oportuna y adecuada asignación, distribución y/o  reubicación de plazas vacantes y de personal directivo, jerárquico, docente y administrativo.

Al término de la exposición solicitó a los asistentes que realicen  preguntas, comentarios o sugerencias.  Ninguno se atrevió a tratar el tema. Estaban sorprendidos de tan importante visita. En voz baja, y acompañado de gestos disforzados, casi todos expresaron disconformidad porque no habían anticipado su llegada, a fin de organizar un agasajo con los mejores potajes de la localidad: trucha en caldo, frita o a la parrilla;  pachamanca;  tallarines de perdiz; sopa de mote. 

Con el propósito de orientar e identificar excedencias y necesidades de plazas de personal, de acuerdo a las normas establecidas por el Ministerio, pidió  lo acompañen  visitar  las instituciones educativas, cuyos directores se encontraban presentes. Por cercanía, iniciaron con el Colegio Agropecuario Industrial 09. Pasado el mediodía llegaron al  Colegio Secundario Mixto Gabriel Moreno, colegio representativo de Canta. El nombre de la institución es un homenaje a don José Gabriel Moreno, nacido en uno de los distritos de la provincia con mayor fe católica donde hasta hoy se rinde homenaje al Señor de Huamantanga;  Moreno fue destacado médico de época colonial, maestro de Hipólito Unanue, quien lo llamó “preceptor esclarecido, amigo benéfico, literato virtuoso”.

El director del Gabriel Moreno, a diferencia de los anteriores, no lo llevó al funcionario  a reunirse con la Comisión Técnica de Racionalización de la institución educativa. A pesar de ser el anfitrión principal y casi propietario del colegio, percibió  que sus pasos eran  pesados y lentos, sentía que lo aplastaba una inmensa montaña; él,  que vivía pregonando e invocando las normas hasta para las acciones más simples sabía que en el colegio declararon excedentes a dos profesores que no eran de la localidad y, además  no les gustaba celebrar cumpleaños, argumentando que su título solo era de Instituto Pedagógico. Su filosofía de enfrentar  con capas diferentes lo  complejo y lo complicado,  no funcionaba esta vez. Acompañando a la comitiva,  iba recordando que la norma establecía que los directores e integrantes de la Comisión de Racionalización que reporten   información falsa o tardía  y sobredimensionen las metas de atención, incurren en falta grave.

El  funcionario del MINEDU, los directores de los otros colegios y los directivos de la UGEL 12, fueron conducidos directamente  al aula, sección de  los más inquietos y traviesos del colegio.

Obcis Vilchez, cogió plumón y mota al vuelo, y  mostrando el orgullo de su paisano  Zenobio Daha Sapaico, cuando creaba el conocido huayno “Yo soy huancaíno por algo…”, que fuera interpretado por el famoso cantautor Víctor Alberto Gil Mallma, Picaflor de los Andes,  presentó saludos a los sorprendidos alumnos; y, con la iniciativa de docente recorrido por  aulas de diversas  provincias del Norte Chico, principalmente, Huaral, expresó  que las matemáticas no son aburridas, muy por el contrario es una herramienta de diversión y aprendizaje. Anunció que desarrollaría dos ejercicios dada su condición de Licenciado en matemática, otorgado por la Universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta.

Convocó al ingenio, habilidad y creatividad de los alumnos. La pizarra se llenó de figuras en la que fue dividiendo espacios en función de diversas situaciones razonadas, por ejemplo que un padre en su testamento ha dispuesto que cada uno de sus cuatro hijos reciba un terreno exactamente igual al otro.

A los que destacaron, invitó pasar adelante. Preguntó por sus nombres. Los tres tenían el mismo apellido: Vilchez. Interrogó si eran hermanos; agachando la cabeza y con recelo, confirmaron. El docente de aula, aclaró brevemente que eran de madres diferentes.  Sorprendido,  el funcionario indagó por el padre. El más hábil de los talentosos con la  inocencia de doce años, y con la mirada fija al director de su colegio que estaba acompañado al fondo del aula con los señores de la UGEL 12,  respondió: no lo conocemos señor, dice mi mamá que trabaja en el Ministerio de Educación, en la Oficina de Racionalización.




 

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