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Tremenda canallada contra la Biblioteca Municipal de Chincha convertida en museo

La Biblioteca Municipal de Chincha fue convertida en museo por los foráneos alcaldes de Chincha José Navarro Grau y César Carranza Falla, ambos de triste recuerdo.

El local es la sede tradicional de la Biblioteca Municipal de Chincha. Y es alli donde debe funcionar por la posteridad. Llevar ese museo con cuatro huacos y dos momias  en las que nadie va a visitar por mas que sea gratis es un sinverguenzura.
El local es la sede tradicional de la Biblioteca Municipal de Chincha. Y es alli donde debe funcionar por la posteridad. Llevar ese museo con cuatro huacos y dos momias en las que nadie va a visitar por mas que sea gratis es un sinverguenzura.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

 


La Biblioteca Municipal de Chincha fue convertida en museo por los foráneos alcaldes de Chincha José Albero Navarro Grau y César Carranza Falla.

El primero por venganza personal desalojó la Biblioteca Municipal, con salvajismo cultural, posiblemente un seudo ingeniero, pues nunca demostró su colegiatura, José Albero Navarro Grau, un iletrado en cultura, trasladando los libros a un cuchitril, ambiente inapropiado, para una Biblioteca, construida por una persona abyecta al alcalde que hizo mucho daño a Chincha.

Luego César Carranza Falla, otro ciego en la cultura, asesorado por un personaje sin arte ni oficio, lejos de hacer el retorno de los libros a la Biblioteca Municipal, muy horondo y lirondo, queriendo congraciarse con el pueblo y con el apoyo de los intelectualillos de bolsillo, y de periodistas a sueldo, sin un ápice de inteligencia, convirtió la Biblioteca en un museo, invirtiendo una millonaria cantidad, supuestamente sobrevalorando los costos.  Y, lo lamentable es que la Biblioteca, no tiene ningún defensor.

Además, el alcalde Carranza se burló de la Ley de Creación del Museo de sitio en Chinchaycámac, mal llamado “Centinela”, porque un museo no puede estar en centro de la ciudad.  para la construcción de un museo tiene que tener la opinión del colegio de arqueólogos del Perú o en su defecto de arqueólogos especialistas de construcción de museos, no tomar en cuenta la opinión de cualquier mamarracho.


 

En Chincha no ha sucedido esto, sino la viveza criolla, el de desvestir un santo para vestir a otro. Dejar que los libros se malogren por encontrarse en un ambiente inadecuado y oscuro es un crimen cultural. Crimen que los críticos soslayan.

 


Resulta lo más increíble. Pareciera que el actual alcalde Armando Huamán Tasayco carece de conocimientos básicos de arqueología y cultura, y su cuerpo de regidores dan pena, porque ni ideas tienen del valor de una Biblioteca y un museo de arqueología. Y, lo peor pretende inaugurar por segunda vez, apoyado por una prensa servil que cuida sus órdenes de pago mensual.

El más grande periodista chinchano, poeta e historiador de campo, y no plagiarios, que nos acompaña, Juan Manuel Medina Cañas, abogó en su columna Dialogando con el pueblo, el retorno de la Biblioteca Provincial. Tiene mucha razón, y es lo primero que se debe hacer. Antes de lanzar loas sobre el supuesto muso de Chincha, que será el aposento de las moscas.

Por ahí venos frotando las manos y buscando colocarse como museólogo en las redes, hablando maravillas del museo y de su impacto turístico, dicen. Cuando en el fondo los ambientes fueron construidos para una Biblioteca, y no para un museo.

Una cosa es la cara y otra el interior, cuyos espacios, son muy limitados para un museo, y que es un peligro para la población, por eso los museos deben estar fuera de la ciudad, como manda la ley, por la contaminación microbiana que puede suceder.

Nosotros presumimos que en el modelaje, soñado por un incapaz, hay un despilfarro bárbaro de millones de soles, y aun pretende inyectarse más presupuesto para la culminación de la obra que fue inaugurado el 18 de diciembre del 2018, por el alcalde César Carranza Falla.  El actual alcalde Huamán quiere cargarse con el muerto, pues solicitaremos la continuidad de la investigación sobre la millonaria inversión, que la fiscalía, supuestamente coludida, mandó al tacho. Posteriormente veremos la verdad de la inversión, donde el actual alcalde, por terquedad, es cómplice, y está buscando su vacancia.

El alcalde Carranza, hecho a semejanza del ex alcalde Lucio Juárez Ochoa, durante los 8 años que estuvo en la Municipalidad provincial de Chincha, 4 como alcalde, no hizo nada por la cultura de Chincha, mucho menos por el fomento del turismo; más bien en el tiempo que estuvo se depredaron unos 20 por ciento de los restos arqueológicos que quedan en Chincha. Los más perjudicados fueron los restos de Alto Larán. Luego su récord como alcalde en el campo de la cultura fue repartir diplomas y condecoraciones a su regalado gusto, pero a sus amistades.

 

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