Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Aunque parezca insólito el director del colegio del distrito de Azangaro, Yauyos, Lázaro Reynoso dio muerte a las plantas de Eucalipto, que eran pulmones de la ciudad, en complicidad de determinados padres de familia y autoridades.


Dichas plantas fueron sembradas hace más de 20 años para evitar la contaminación y a la vez sean los pulmones de la ciudad, dijeron -muy indignados- los ciudadanos Juan Rodríguez Garay, William Palomino Gonzáles y Alejandro Quispe Palomino, entre otros.

 

Además, el director de dicho colegio sería un veterinario, que hace de docente, y para el colmo de los colmos, mandó al tacho la enseñanza de computación, para que los alumnos conozcan la tecnología de la información científica, TIC; reemplazándolo por el aprendizaje agropecuario, cuando la escuela carece de terrenos para dicho fin, y el agua llega al pueblo a cuenta gotas, sostuvieron enfáticamente los denunciantes, sumando a la causa Soler Palomino Gonzáles, muy sorprendido por lo que sucede en su tierra natal.

Ayer los comuneros y el pueblo tuvieron una asamblea para contemplar hechos de corrupción y obras fantasmas que sucede en el distrito de Azángaro, que está unos 200 a Km, de Chincha, por lo que, la información de esa asamblea tendremos conocimiento en el transcurso de esta semana.

También según las denuncias que llegó a nuestro conocimiento, el alcalde anterior habría manejado desde Cañete el destino de Azángaro y con regidores fantasmas, que el pueblo jamás conoció, pero que cobraron sus dietas, con la complicidad de un sector de pobladores.


 

Esperamos el esclarecimiento de las denuncias, para bien del pueblo de Azángaro. De los signos y evidencias de la corrupción en dicho distrito se sabe desde hace muchos años, y que fueron denunciados en la XVIII Convención hecha en el mismo lugar, por los valientes dirigentes del Centro Cultural Azángaro, socios incorruptibles como Luciano Gonzáles Aguado, Elías Palomino Gutiérrez, Bruno Gonzáles Aguado y Lorenzo Álvarez Palomino, entre otros como Guillermo González Quispe y Alejandro Quispe Palomino.

Según hemos presenciado algunas asambleas, los pobladores de Azángaro debaten sus problemas con libertad, altura y prudencia, sin car en los insultos y diatribas, por lo que se estima que en las próximas reuniones analicen fríamente la corrupción que hay en el pueblo de Azángaro. Cabe señalar que entre los luchadores por un Azángaro mejor estuvieron liderando los residentes de Lima, Cañete y Chincha, que hoy pareciera que se han retirado a sus cuarteles de invierno.

Debemos mencionar, que el pueblo, más que ayer, solicitan la presencia de los hijos ilustres que están fuera del distrito. De manera, trasladamos la petición de los pobladores para que los azangarinos que están dispersos por diferentes lugares se hagan eco del clamor del pueblo.