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7 bellas historias. Ellos superaron una infancia marcada por la tragedia

El fútbol fue la tierra de salvación.

Cuadrado, Tévez, Cristiano Ronaldo, Rivéry lograron meter golazos... fuera de la cancha.


LA RESILIANCIA EN EL MUNDO DEL DEPORTE

Juan Cuadrado



El futbolista colombiano acaba de fichar por el Chelsea

La brillante carrera del flamante fichaje del Chelsea contrasta con la dura realidad que tuvo que soportar cuando apenas levantaba unos palmos del suelo. Con tan solo cuatro años vio con sus propios ojos como las balas inundaban Necoclí, su humilde localidad natal en Colombia, cuando un grupo armado la emprendió a tiros con todo aquel que se cruzara en su camino. El joven Cuadrado ha contando en más de una ocasión que apenas recuerda esconderse debajo de la cama y esperar a que pasara todo.

Tras el caos de la batalla, lo peor estaba por llegar: su padre estaba muerto. Guillermo, por quien debe el futbolista su segundo nombre, no pudo ver crecer a su hijo. Fue su madre Marcela la encargada de sacar adelante a la familia. Con el paso del tiempo, Cuadrado ha conseguido homenajear la memoria de su progenitor de la mejor manera posible. Cada vez que marca un gol, extiende los brazos y mira al cielo, señal de que una estrella muy especial alumbra su camino desde que era un niño.

 


Jakub Blaszczykowsk, llamado "Kuba"



Al jugador polaco del Borussia Dortmund le apodan «Kuba»

Con solo 11 años, Blaszczykowski vivió de lleno la peor de las tragedias familiares. Él y su hermano fueron testigos de como una fuerte discusión entre sus padres terminaba de la manera más cruel: su padre apuñaló a su madre en reiteradas ocasiones hasta acabar con su vida. Condenado a 15 años por el homicidio, nunca más volvieron a encontrarse con su progenitor hasta el pasado 2012, año en que acudieron a su funeral.

«Nunca voy a entender por qué sucedió. Yo siempre me pregunto '¿por qué?' Hasta el final de mi vida voy a tener que vivir con esto», declaró la estrella del Borussia Dortmund en una entrevista reciente. Tras las salida de baluartes como Lewandowski o Götze, el jugador polaco es hoy uno de los referentes del exitoso club teutón. Sin embargo, tuvo que ser su tío y excapitán de la selección de Polonia, Jerzy Brezczec, quien lograra converncerle de que no colgara las botas. El drama de «Kuba» no pudo vencer al fútbol.

 
Mario Balotelli



«Super Mario» acumula un gran número de excentricidades

La vida de «Super Mario» es propia de un guión de película. Con solo 24 años, el talentoso delantero guarda en su chistera un reguero de excentricidades y algunas pinceladas de excelso fútbol. Hijo de un matrimonio ganhés afincado en la provincia de Brescia, Thomas y Rose Barwuah, de niño sufrió unos graves problemas intestinales que le obligaron a pasar varias veces por el quirófano. Su delicado estado de salud, unido a la precaria situación que imperaba en su hogar, motivó que con apenas tres años fuera dado en adopción a Francesco y Silvia Balotelli.

Al cumplir la mayoría de edad, Balotelli adquirió la nacionalidad italiana y se cambió el apellido. Para entonces ya era un futbolista famoso que empezaba a hacer de las suyas en el Inter de Milan. Aunque sus padres biológicos decidieron retomar el contacto, el futbolista siempre consideró que lo hacían por interés: «Si no hubiera llegado a ser lo que soy, los señores Barwuah nunca se habrían interesado en mí. Me abandonaron de pequeño y ahora que soy famoso reaparecen en mi vida». A partir de aquí, la historia del díscolo delantero es de sobra conocida: «Why always me?».

 
Carlos Tévez



«El Apache» es una pieza clave en el esquema de la Juventus

«Si no fuera por el fútbol, yo hubiera terminado como muchos chicos de mi barrio. Estaría muerto o en cana (en la cárcel), o tirado en la calle por ahí, drogado», declaró Carlos Tévez en una entrevista otorgada a La Garganta Poderosa, revista mensual argentina de cultura villera. Con esta inusual sinceridad resumía «El Apache» lo mucho que le debe al deporte que desde hace años le ha encumbrado. El jugador argentino nació en una de las zonas más pobres y violentas de Buenos Aires. Allí, en Fuerte Apache, aprendió a regatear las balas con las misma facilidad que sorteaba rivales. Un hermano suyo fue condenado a 16 años de prisión acusado del asalto a un camión blindado, mientras que a otro, siendo aún menor de edad, le encontraron una pistola calibre 45 con su número de serie borrado

Pero el drama de Tévez no solo golpeó a su entorno. Con 10 años sufrió quemaduras de tercer grado tras derramarse sobre su cuerpo agua hirviendo, quedando marcado por una aparatosa cicatriz que se extiende desde el pecho hasta la oreja derecha. Sin embargo, el menudo delantero nunca tuvo intención de utilizar su abultada cartera para operarse: «Podría arreglarme la cara, pero lo importante es lo que un ser humano lleva adentro, no el aspecto exterior». Y es que, si algo no ha perdido «El Apache», es su identidad. Los goles que acumula en la Premier y en el Calcio no le hacen olvidar sus origenes: «En las villas se comparte el mismo código, la misma alegría; a mí si me invitan a jugar hoy día un partido en mi barrio no dudo en concurrir», sentenció en 2013 al programa italiano «Tiki Taka».

 
Cristiano Ronaldo



Cristiano Ronaldo, durante su último partido en el Vicente Calderón

Detrás del éxito de Cristiano Ronaldo, laureado por aficionados, compañeros y rivales, se esconde una cara amarga que siempre le acompañará. Nacido en el seno de una humilde familia de Madeira, el luso ha visto de muy cerca el pejae devastador que acarrea determinadas adicciones. Con poco más de 20 años, ya cargaba sobre sus espaldas la muerte de su padre, víctima del alcohol, y el peso del túnel donde cayó su hermano a causa de las drogas. «Cristiano ha visto lo que la bebida y las drogas le pueden hacer a la gente que tiene cerca y eso es, en parte, lo que ha contribuido a hacer de él quien es hoy en día», explicó hace años su madre Dolores al «Daily Record».

Su progenitora desveló que con su primer sueldo el astro luso pagó a su hermano Hugo un programa de desintoxicación, algo que no consiguió hacer con su padre Dinis. «Él bebió hasta la muerte y eso dejó destrozado a Cristiano. Una y otra vez le ofreció costearle un tratamiento, pero Dinis siguió bebiendo. Era todavía joven, 52 años, cuando murió. Cristiano estuvo muy cerca de su padre siempre. Le hubiera encantado que estuviera vivo para ver el jugador que es hoy. Es muy triste». Después de aquello, algo quedó marcado para siempre en la vida del actual jugador del Real Madrid. «Eso explica que por que Cristiano no tiene vicios. No fuma y no bebe. Su única adicción es el fútbol», acabó explicando su madre.

 
Victor Moses


El joven jugador juega actualmente en el Stoke City, cedido por el Chelsea

La carrera de Victor Moses siempre estará ligado al terror de la intolerancia. En el año 2002 una ola de violencia sacudió el norte de Nigeria, implantándose la ley islámica allí donde la población musulmana era mayoritaria. El inicio de una caza de brujas dejaba en situación muy comprometida a la familia del futbolista, cristiana y de clase alta. Sin embargo, no fue consciente el pequeño Moses del terror latente hasta el día en que su tío le comunicó la noticia que ningún hijo quiere oír: sus padres habían sido asesinados.

Con 11 once años tuvo que huir de forma clandestina a las Islas Británicas para no correr la misma suerte que sus progenitores. En su nuevo destino encontró en el fútbol un refugio con el que poder superar la tragedia. Tras destacar en el Crystal Palace, fue fichado por el Wigan donde debutaría en la Premier Leguae. El salto de calidad se lo concedió primero el Liverpool y después el Chelsea, club al que pertenecen sus derechos. Cedido esta temporada al Stoke City, el joven nigeriano ha conseguido un camino de sueños y esperanza, que dista mucho de la triste infancia que la barbarie yihadista le tenía reservada.

 
Frank Ribéry



El extremo francés es un referente en el Bayern de Múnich

En el santoral de fama, premios y prestigio que atesora hoy en día el francés del Bayern de Munich, existe un rincón especial donde habita su victoria más sagrada. Por más gestas que protagonice con el balón, ninguna será tan especial como la remontada que le hizo a su propia vida. Esa que a los dos años le colocó en medio de un fatal accidente de tráfico, cuyo retazo estuvo a punto de mandarle a la lona. Por suerte, la desgracia no logró cerrar el círculo, pero en medio del trazo, su cara quedó marcada para siempre.

«De pequeño, se burlaban de mí y me escondía a llorar en un rincón. Pero eso me ha endurecido y me ha ayudado en la vida. Jamás me haré la cirugía estética porque dejaría de ser yo». Por este motivo -en referencia al mítico filme de Al Pacino, estrenado el mismo año que vino al mundo - recibe el apodo de ‘Scarface’. Antes del siniestro, fue abandonado por sus padres delante de un convento de monjas. Allí forjó su alma de luchador indomable. En medio de una adolescencia traumática, a caballo entre duras jornadas de peón en la construcción y algunos altercados juveniles, Ribéry encontró en el fútbol un lugar donde ganar su partido más difícil.

Fuente: ABC es.




 

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