Por: Esteban Saldaña Gutiérrez - Ingeniero Industrial

Mauro Saldaña del movimiento Agua; José Cuba del Ayni; Lidio Saldaña por Acción Popular y el profesor Senén por el Frente Amplio fueron los únicos que, carpeta en mano, estuvieron presentes en el esperado y promocionado debate.

Si se tiene que ganar adherentes y votantes es precisamente exponiendo sus planes de trabajo, lo contrario es apelar a las malas artes para ganar las elecciones con el riesgo que ello significa para nuestro pueblo, que no es mas que improvisación y corrupción.

Improvisación por que no se cuenta con la capacidad de gestión para exponer sus proyectos ante los representantes del Estado, entonces el alcalde echará mano al dinero de Foncomun, que solo sirve para cubrir la planilla municipal, en consecuencia cero obras.

Corrupción por que pretenderá recuperar la “inversión” que le costó ganar las elecciones. Y de esos vicios tenemos ya bastante en Tantará, por ello lejos de avanzar estamos retrocediendo.

Capillas, por ejemplo, puede mostrar una gestión eficiente, por cuanto ha logrado 18 millones adicionales del Estado para ejecutar obras, versus la paupérrima suma de 2 millones que ha obtenido la gestión tantarina que está a punto de fenecer y de esos 2 millones no se sabe a dónde ha ido a parar.

¿Queremos eso para nuestro pueblo?. Obviamente que no.

Entonces vamos a las urnas a emitir un voto consciente, lejos de los padrinazgos, de las consignas, de las prebendas, de los regalos y de las componendas.

Vamos a las urnas a votar por el candidato comprometido realmente con nuestro pueblo, por quien muestra un plan de trabajo coherente y viable, por un candidato que muestra la cara.

Vamos a votar por un candidato que no esté comprometido con ningún tipo de corruptela y con esa autoridad de haber emitido un voto consciente contamos con la suficiente autoridad moral, valga la redundancia, para exigir transparencia de los fondos del municipio.

Tantará merece un alcalde que provenga de la genuina voluntad del pueblo, que llegue con planes de trabajo bajo el brazo, con capacidad de gestión, limpio de cualquier forma de corrupción, comprometido con la transparencia y la rendición de cuentas claras y oportunas.

Solo así estaremos garantizando el desarrollo de nuestro pueblo y de su comunidad, tan venido a menos, paradojicamente desde que el estado asigna partida presupuestal a las municipalidades para ejecutar obras en beneficio del pueblo.