Ante el clamor general del pueblo chinchano, nos vemos obligados a enfocar, una vez más, el  agudo problema del agua potable en esta provincia, llamada capital de la cordialidad; diríamos, aunque muchos protestarán, la capital de los sonsos o gallinas. Pues Chincha arde hace muchos años. Nadie dice nada. Que esto continúe años tras años es en verdad increíble. Cada vez se escucha el mismo cuento, el mismo disco rayado.

Da risa; es un chiste de mal gusto que se pregone que el causante de la carencia y turbiedad  del agua, es la llegada de un pequeño huayco, que cayó la semana pasada. Y la gente analfabeta lo cree así. Cuando lo que se dice en las oficinas de SEMAPACH y los efectos de una insignificante caída de agua, revela que el pueblo chinchano no ha hecho nada para la defensa rivereña del río Chico, de donde SEMAPACH extrae agua. Esto es muy grave. Pues el gobierno dispuso elevadas cantidades de dinero para prevenir los efectos de “El Niño”, aparte de causar la carestía de agua en Chincha.

¿Qué ha pasado con dicho monto? Esto es otro cantar, pero se relaciona con la carestía de agua que padece el pueblo chinchano.

¿Quiénes son los responsables? Indudablemente, en primer lugar es el alcalde provincial César Carranza Falla, luego el gerente de SEMAPACH, Pedro Mendoza Arias, los alcaldes distritales, y los demás integrantes del Directorio de la mencionada empresa “asesina” de la población chinchana.

La población chinchana todos los días clama por agua. En el momento de redactar esta información, las 6 de la mañana, no hay agua, como ejemplo en la Av. América, primera cuadra, donde está el hospital del llamado Seguro Social. Todos los días, recalcamos, sucede lo mismo. En Condorillo Alto hace más de una semana no hay agua. En las oficinas de SEMAPACH, no cesan los reclamos, según hemos podido observar.

Ya hemos dicho que el problema no es difícil de solucionar. Chincha tiene suficiente cantidad der agua en el subsuelo. Lo que sucede es que Chincha tiene autoridades que son una rémora para el pueblo. No sirven para nada. Son insensibles y analfabetos, Es  muy probable que los millones recaudados tengan otros destinos y no se usan para resolver el problema de agua de Chincha.

Lo más preocupante es que el alcalde provincial no diga nada ante la carestía de agua en Chincha. Mientras el pueblo sufre, César Carranza Falla, sigue feliz.