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Don Antonio Vilcapuma Quispe, un hombre de decisiones firmes

SAN JUAN DE YANAC - CHINCHA - ICA.

Un merecido homenaje y reconocimiento a la trayectoria de vida de un hombre bueno, de recio temperamento y padre de familia responsable.

Descubrió la disciplina y la perseverancia para inculcar a sus herederos, y como padre fue estricto en la crianza de sus hijas a quienes la quería, llevándolas por el buen camino y haciéndolas mujeres de bien.
Descubrió la disciplina y la perseverancia para inculcar a sus herederos, y como padre fue estricto en la crianza de sus hijas a quienes la quería, llevándolas por el buen camino y haciéndolas mujeres de bien.

 



David Vilcapuma - Licenciado en Educación

 


 
Gracias a la excelente colaboración de sus hijas e hijos le hacemos este breve y sencilla crónica que quedará por siempre.

 


Antonio Vilcapuma Quispe  nació un 10 de mayo del año 1930 en el fundo chilcaní, caserío de huañupiza, distrito de Chavín para entonces, provincia de Chincha Alta, departamento de Ica.

Sus padres fueron: don Gerardo Vilcapuma Saravia y doña Epifanía Quispe Vilcapuma, naturales del caserío de San Luis de Huañupiza, estancia de Huanca entre sus hermanos Antonio fue  el tercero, hombre humilde, honrado, valiente, muy luchador y  trabajador indesmayable hasta el final.

Descubrió la disciplina y la perseverancia para inculcar a sus herederos, y como padre fue bueno, estricto en la crianza de sus hijas a quienes la quería, llevándolas por el buen camino y haciéndolas mujeres de bien.

Su niñez lo pasó junto a sus padres en su pueblo de origen, hizo sus estudios hasta el 3ro de primaria en el colegio José Pardo y Barreda de la provincia de Chincha Alta.

A la edad de 18 años conoce a, Evarista Gutiérrez Canchari,  de quien se enamoró intensa y tiernamente, contrayendo matrimonio por lo civil al año siguiente en la provincia de Chincha, en el año 1949, aproximadamente. Luego formó su hogar en Huanca.

Lugar donde se desempeñó al trabajo en la agricultura y la crianza de animales, vivió rodeado de su familia y siempre preocupado por las necesidades de su pueblo.

En 1950, aproximadamente nace su hijo mayor Cipriano Vilcapuma Gutiérrez, luego adrián Vilcapuma, Eleuteria Vilcapuma Gutiérrez, Estela Vilcapuma Gutiérrez, Eudemia Vilcapuma Gutiérrez, María Vilcapuma Gutiérrez (Q.E.P.D),  Sergio Vilcapuma Gutiérrez, Justina Vilcapuma Gutiérrez,  Amelia Vilcapuma Gutiérrez,  Alicia Vilcapuma Gutiérrez, y  Elsa Vilcapuma Gutiérrez, respectivamente.

En 1956 aproximadamente fue nombrado Tte. Gobernador en San Luis de Huañupiza, en dos periodos, cumpliendo su labor con esmero y dedicación, también fue nombrado Juez de Paz. Participo en las gestiones para la ejecución de la carretera a San Juan de Yánac.

Fue uno de los promotores más entusiastas para impulsar la candidatura de  Gerardo Felipe Vilcapuma Saravia, a postular a la alcaldía del distrito de San Juan de Yánac, por el partido Acción Popular, avasallando las pretensiones políticas de los Contreras.

 

 


 

                  Antonio Vilcapuma, en su juventud fue un hombre claro, y contundente, muy decidido y seguro de sí mismo de brío, pujanza, influyente y de recio temperamento.                  

 

 


Antonio Vilcapuma, en su juventud fue  un hombre claro, y contundente, muy decidido y seguro de sí mismo de brío, pujanza, influyente y de recio temperamento, hombre clave quien encabezó a un contingente considerable de pobladores del anexo San Luis de Huañupiza y obtener la mayor votación  en las elecciones complementarias de (1965) y elegir al primer Alcalde del distrito de San Juan de Yánac, a quien en vida fue. Gerardo Felipe Vilcapuma Saravia. 

Luego en los años 70 aproximadamente emigra a la ciudad de cañete, donde establece su residencia, permaneciendo en ella hasta la actualidad; en su paso por esta tierra, con sus defectos y virtudes nos sigue dejando grandes enseñanzas de unión familiar y humildad, que a muchos nos falta.

Antonio es uno de los auténticos forjadores que tuvo San Juan de Yánac

En su tiempo, luchó y trabajo arduamente con los delegados y personeros de cada comunidad; algunos mezquinos seguramente se olvidaron de él. Fue un gran honor reencontrarnos nuevamente, esta vez para darle el adiós a una de sus hijas, quien partió hacia la eternidad.

Este hombre bueno y sencillo a sus 88 años es toda una experiencia, es creyente y miembro activo de una Iglesia Evangélica en su localidad, la lucidez, su sonrisa, su gracia sigue a flor de piel, pese a que por su edad, ha perdido grandes compañeros de batalla, también algo de los sentidos que se van deteriorando.

Pero nada más merecido que un homenaje a uno de los hombres más preclaros del anexo San Luis de Huañupiza, que a lo largo de su vida han dado lo mejor de sí por la mejora de su pueblo, el Informativo Huachos. com y este modesto servidor se complace en brindar este valioso aporte a la colectividad.

Cuenta que tuvo buenos amigos de su generación como: Alejandro Canchari, Félix Canchari, Ignacio Canchari, Julián Canchari, Juan Canchari, Octavio Quispe, Antonia Canchari, y la familia Cristóbal Fausto y Basilia.

Entre ellos nobles personajes como Gerardo Felipe Vilcapuma Saravia, que estoy seguro hoy está danzando con las melodías de su arpa, como solía hacerlo en las fiestas patronales de nuestro pueblo.

 

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