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El Día de las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar pasó sin pena ni gloria para ellas que en su gran mayoría no sabían que el pasado 30 de marzo, era su día y que por ley sus patronos tenían que darle ese día de asueto... pagado.

 

Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho 


El Perú sigue en deuda con las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar; hasta ahora ningún gobierno ha tenido dentro de sus prioridades este sector, limitándose a dictar normas que resultan letra muerta.

 

El Día de las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar pasó sin pena ni gloria para ellas en este país, donde más del 95% de ellas son mujeres, y en su mayoría no sabía que el pasado 30 de marzo, martes, era su día y que por ley sus patronos tenían que darle ese día de asueto o descanso. Los patronos se hicieron los de la vista gorda y probablemente las obligaron a trabajar más que ningún otro día por acercarse la Semana Mayor.

 

 

Limpiar, cocinar, lavar, planchar, cuidar personas son algunas de las tareas que ellas llevan a cabo durante más de 8 horas diarias, superando de esta manera el límite máximo de jornada laboral. Una de ellas narró que tenía que “andar en cuatro patas como juguete para que los niños montaran en el caballito”. Presumiblemente la gran mayoría, algunas menores de edad, no ha suscrito y firmado el contrato de trabajo doméstico que ordena la ley, y los patronos   se pasan por alto la obligación de contratarlas a plazo indeterminado o indefinido; le pagan una suma inferior a la remuneración mínima vital (RMV) y las despiden cuando se les da la gana, pisoteándolas cuanto más pueden. Si vienen del campo, peor.

 

Por el contrario, en otras familias estas empleadas son bien recibidas, tratadas como otro miembro del hogar, reconociéndole al dedillo todos sus derechos, como el sobretiempo que ellas suelen destinar en este trabajo y expidiéndole la correspondiente boleta de pago.

 

El Convenio 189 de la   Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo a las trabajadores y trabajadores domésticos expedido en 2011, que entró en vigor para el Perú el 26 de noviembre de 2019, sigue sin observarse. Un año después de su ratificación se aprobó La Ley n.° 31047 de diciembre del año pasado, calificada como “un hito histórico”, que le fijo un límite de 90 días al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) para expedir su reglamentación, que   va a paso de tortuga, pese a que ya hay un proyecto redactado, las autoridades del trabajo siguen sin agilizar la aprobación del mismo, en perjuicio de miles de trabajadoras del hogar.

 

Tampoco se han diseñado, o si lo cumplieron no lo han subido a la red, varios formatos que contempla la ley para las relaciones laborales con las empleadas del hogar. No fue posible acceder a los registros actualizados de las personas trabajadoras del hogar, empleadores y de agencias privadas de empleo doméstico. Se calcula que más del 4% de la población económicamente activa se dedica a esta noble labor en el Perú. En el ámbito regional, más de 14 millones de mujeres, se dedican al trabajo doméstico, según la OIT.

 

De otra parte, la mencionada ley contiene disposiciones que han pasado de uso en la mayoría de países, como es el preaviso de treinta (30) días calendario de anticipación que debe otorgar al empleador cuando el   trabajador del hogar renuncia al empleo. Ese tiempo de convierte en una tortura para la empleada del hogar, por las represalias y malos tratos que suelen sufrir por renunciar.

 

Otros abusos que suelen padecer las trabajadoras del hogar es cuando se inscriben en agencias de empleo les cobran cuotas disfrazadas de conceptos como “papelería”, para conseguirles empleo en una casa de familia.

 

La Defensoría del Pueblo respecto de este sector sostiene que persisten los “tratos abusivos por parte de sus empleadoras/es, quienes no respetan la vigencia de la nueva ley, por lo que suelen despedirlas sin reconocerles el tiempo de trabajo, obligarlas a trabajar más de 8 horas, retenerlas en el lugar de labores, no brindarles medidas de protección ante posibles contagios, etc.”

 

Las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar, asimiladas con la nueva ley al régimen laboral general de la actividad privada, aunque su trabajo sea sumamente necesitado, algunas veces subvalorado, son el grupo más significativo dentro del ámbito laboral de todo país; en América Latina existen más de 14 millones de mujeres, o pueden ser un número mayor, que trabajan, de manera remunerada, para una familia. “Esto quiere decir que 14 de cada 100 trabajadoras, son trabajadoras del hogar; por lo que, desde un punto de vista numérico se trata de la ocupación más importante para las mujeres en la región”.

 

 

@luforero4

 

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