Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Muchos saltarán al leer nuestra opinión. Ejercemos, la libertad de expresión consagrada en la Constitución del Perú desde que tuvimos uso de razón, hace más de 60 años, sabemos que muchos tienen su razón en función del poder político y preponderante posición económica que gozan privilegiadamente. La historia está nutrida de ejemplos de este tipo. Incluso Manuel Gonzáles Prado puso énfasis en estos aspectos, en “Horas de Lucha” y “Pájinas Libres”. Por su parte Haya de la Torre y el padre Salomón Bolo Hidalgo, entre muchos otros cuestionaron el poder de la derecha y del imperialismo por su comportamiento inhumano e injusto.  

Hoy se persigue con “atrocidad” a los que tienen posiciones adversas con la opinión de las mayorías, so pretexto de hacer “apología del terrorismo”.  Nadie quiere opinar porque es arrinconado achacándolos como terroristas o antipatriotas. Es decir expresar nuestro pensamiento es un delito, es ser terrorista. Para quienes tenemos una firme vocación y principio democrático jamás podemos ser adherentes o ser simpatizantes de dictadores y elementos terroristas que socavaron y atentan contra la base democrática. Desde niño sabemos que en nosotros no cabe dicha posibilidad incompatible con la realidad nacional que ama la libertad y la justicia. 

Para nosotros no nos parece tan plausible considerar a los soldados y oficiales de “Chavín de Huantar”, que rescataron a los rehenes, como “héroes de la democracia”. Tememos muchas razones como lo tienen otros pensantes en pro o en contra. Y nos repugna que haya escribientes como “Giovany Rocío”, que el día 21-04-2017, haya escrito, un exabrupto, en la página de opinión, del diario Exitosa con el titular: “La escasez neuronal de Justiniano Apaza”, como si fuese el dueño de la verdad, en cuanto  al accionar valioso de los soldados y oficiales en el rescate de “Chavín de Huantar”, hace 2 décadas.

Quien habla de neuronas tenía que usar su masa encefálica, la sustancia gris,  cosa que a nuestro juicio padece el escribiente. Porque su texto puede ser relatado por un académico principiante”. Tal vez por un oscuro estudiante de secundaria. Su relato peca de nivel. Intoxica a mentes pensantes, no nos referimos a su opinión, sino a su incoherencia intelectual de escasa luz “neuronal”. Además su acusación es muy grave.

¿Qué pueden aprender nuestros estudiantes de opinólogos mediocres? Los periodistas tienen que dar cátedra en sus escritos. Debe ser el ejemplo de sus lectores, no la vergüenza que motiva regurgitar, y todavía tenga la desfachatez de pedir el desafuero del congresista Apaza. Increíble, la mente de esta persona, que por su forma de pensar y decir las cosas, falta de nutrientes y ramales nerviosas-. Lo más preocupante es que sea un diario nacional como Exitosa, el que tenga como entelequia a escribientes de nivel inadecuado, hablando disparates por falta de recursos y preparación.

Poco le faltó a Giovany Rocío pedir premio Nobel al Párroco de Lima.

Si a Justiniano Apaza se le considera un “retardado mental” por falta de neuronas, entonces no podemos argüir que Giovany Rocío es un “minusválido cerebral”. No nos parece sensato. En todo caso hay que ser más prudente en nuestras expresiones.

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