Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Hace poco escuchamos en un medio informativo capitalino a Katherine Alva Tello, Directora Regional de Educación de Lima Metropolitana, DRELM, en una entrevista, hablando sobre educación, la misma que dio mucha pena y vergüenza su falta de conocimiento. La abogada repitió cerca de 15 veces la frase: “Institución educativa”, como si fuese un niño aprendiz o personaje carente de recursos lingüísticos, lejos de dar una cátedra en el tema. En otros medios ha comedio el mismo desatino.

No sabemos, a nivel Ministerial, a quien se le ocurrió usar la antiquísima bipalabra: “Institución educativa” como una novedad, para calificar a todas las entidades escolares como un todo.

En primer lugar, esta denominación atenta flagrantemente contra el aprendizaje de los niños de educación inicial y de primaria, quienes no pueden pronunciar, dichas palabras, o tienen que tener mayoría de edad para expresarse de tal forma. Y, lo peor los “profanos” directores de los colegios pusieron en sus logos “institución educativa” como una frase novedísima, cuando esta denominación proviene de la edad media.

Vamos al grano. La institución educativa tiene sinónimos como entidad, centro educativo, escuela, colegio. centro escolar, etc. de modo que la directora Regional de Educación Khaterine Alva, debió usarla durante la entrevista, salvo que no conozca las reglas de la gramática castellana.

Los niños de educación inicial y primeros grados de primaria fácilmente pronuncian escuela, colegio, difícilmente entienden y pronuncian “institución educativa”. Lamentablemente la educación peruana está en manos de personas que no conocen el proceso educativo ni la nomenclatura educativa.

Ojalá que el presidente Vizcarra tome en cuenta nuestra sugerencia, y salga de las burradas que cometió PKK, como si la educación fuese su chacra. Recalcamos, qué loco tuvo la falaz idea, antipedagógico, de cambias los colegios y escuelas como “institución educativa”, y lo peor es que la metida de pata se siga aplicando encasillando la mente de los profesores, que se alegran en decir “institución educativa”, y los periodistas creen estar usando una novedad.

Así está el Perú.