MEDELLIN (Colombia) - Apenas son niñas, pero una vida dura ha truncado su inocencia y se exhiben, en muchos casos obligadas, como mercancía sexual. Forman parte de lo que se conoce, en Medellín, como la feria de las vírgenes. Niñas de entre 9 y 13 años, a las que venden por comida o dinero: la subasta puede llegar a cerrase en 1.500 euros.

Como ella, otras niñas (hoy mujeres) cuentan que la madre fue quien las negoció.

Karen (nombre ficticio) fue vendida a los 13 años a un extranjero que la violó. “A cambio le dieron un teléfono Nokia. Su madre hizo mercado por primera vez en mucho tiempo y saldó una vieja deuda”, dice El Tiempo.

Las transacciones involucran a menores de hasta 7 años de edad, a quien pueden llegar a cambiar por mercados. Pero las subastas de vírgenes, conocidas como “la feria de las virginidades” siguen en la capital paisa.

Grupos de delincuentes presionan a las madres para que cuiden la virginidad de sus hijas hasta los 13 o 14 años. En las subastas en línea los precios oscilan entre 600.000 y 5 millones de pesos, que casi siempre son pagados por extranjeros.

Normalmente, las niñas abusadas terminan dedicándose a la prostitución.
 

Por otro lado, hasta 5 millones de pesos están pagando los jefes de las bandas ilegales que operan en Medellín, para acceder sexualmente a menores de 12 años de edad, provenientes de los barrios más pobres de esta capital.

La información, fue suministrada por el grupo investigador de la Corporación Centro Consultoría de Conflicto Urbano, C3, el cual realizó la Investigación de campo “Conflicto en el Centro de Medellín: Medellín al Desnudo”, la misma que permitió hallar la realización de 18 tipos de delitos en el centro de la ciudad.

De la misma manera, los investigadores de esta ONG, mostraron su preocupación por la actualización del tema esta semana, mucho más cuando el viernes se dará inicio a una versión más de la Feria de las Flores, y esta modalidad de delito se acrecienta a la vista de todos, pero sin que nadie haga nada para evitarlo.

Esta modalidad se agrava cuando en la ciudad se programan eventos con convocatoria internacional: ferias de moda, fiestas, congresos, feria de las flores. En esa coyuntura los turistas pagan altas sumas por una “paisita” virgen y ya existen rutas de turismo sexual que incluyen al centro como uno de sus “atractivos”.