Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

En los países llamados en desarrollo no es raro ver decenas de niños que viven, van a la escuela o juegan cerca de lugares donde se reciclan desechos electrónicos; esto es sumamente grave; sin embargo son más punzantes las imágenes de familias enteras buscando plomo y cobro en las basuras, porque lo pagan bien; fuera de otros elementos que los recicladores informales desde niños de 5 años en adelante se encargan de separar de los desechos electrónicos (celulares, neveras, televisores y computadores.), exponiendo gravemente su salud.

Si las productoras, establecimientos, importadoras o personas que comercializan esos aparatos eléctricos y electrónicos, los eliminaran debidamente o efectuaran un reciclaje responsable, los niños principalmente, no se verían expuestos al contacto con el plomo, el mercurio, el níquel, los materiales ignífugos bromados y los hidrocarburos aromáticos policíclicos, y más de mil sustancias peligrosas que contienen esos aparatos que llegan como un “tsunami”.

Un aparato electrónico que acaba de lanzarse al mercado, en minutos es sustituido por uno supuestamente mejor, por lo que su vida útil es muy limitada para el primer comprador, situación que favorece a los productores, al sacar al mercado equipos electrónicos y eléctricos de una durabilidad fugaz; que a veces caen en manos de cachineros.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el primer informe sobre los desechos electrónicos y la salud de los niños, -Niños y vertederos de desechos electrónicos- en el cual se señala que más de 18 millones de niños y adolescentes, algunos a edades tan tempranas como los 5 años, trabajan en sectores industriales no regulados, como el tratamiento de los residuos.

Por comodidad los padres utilizan la mano de obra de esos niños inocentes“porque, al tener las manos más pequeñas que los adultos, son más diestros realizando esa tarea.”

Algunas de las consecuencias de manipular los desechos electrónicos, indica la OMS, es que pueden empeorar la función pulmonar y la respiración, dañar el ADN, afectar a la función tiroidea y aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida, como el cáncer y las cardiopatías.

Es sorprende la desidia de los gobiernos para poner en práctica medidas enérgicas y vinculantes, para que esos residuos se eliminen sin perjudicar el medio ambiente y la salud y la seguridad de los trabajadores, sus familiares y sus comunidades.

En el Perú, se producen 20 toneladas de residuos electrónicos, según fuentes oficiales. 

@luforero4